A la Academia le queda una sola chance, ganar en el Estadio José Dellagiovanna de Victoria para seguir en carrera, perder, sería poner en riesgo cualquiera de los dos caminos que le dan continuidad en al competencia internacional.
Sucede que la Copa Libertadores les da a los equipos la chance de buscar octavos de final al ser primero o segundo en el grupo y hasta el tercero se lleva un premio consuelo de seguir en competencia en al Copa Sudamericana. Bolívar y Tigre hoy peelarán por seguir con vida. Para Bolívar sumar de a tres puntos fuera, es vital tras la derrota con Palmeiras, de hacerlo puede soñar aún con pelear los puestos de arriba, y casi que se asegurará -en el peor de los casos- el tercer puesto, sacando seis de ventaja ante Tigre. Para los argentinos ganar es alcanzar a Bolívar en la tabla y meterse a pelear al menos ese tercer puesto.
En papeles esto es decisivo para Bolívar, ganar. Pero en la historia de Copa Libertadores, nunca antes un equipo boliviano ganó en suelo argentino, esa es la estadística que debe romper la Academia en su salida.
A su favor tiene dos semanas de ventaja sobre Tigre, que a diferencia del partido con Palmeiras, el cuadro de Claudio Vivas comenzó a trabajar el último día de julio. Mientras que Gorosito lo hizo a mediados de agosto.
Bolívar en sus visitas a la Argentina por Copa Libertadores, empató dos veces, en 1991 ante Boca Juniors en la Bombonera y en 2014 en los cuartos de final ante Lanún, el resto siempre fueron derrotas para la Academia que va por primera vez a buscar un triunfo que le de vida en la Libertadores.
