Carlos Lampe tuvo una tarde inolvidable

El partido en el Siles tuvo un duelo particular, cuando los ojos del mundo se posaban sobre Neymar se metió en medio un gigante.
Foto: Agencia Marka Registrada
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El partido en el Siles tuvo un duelo particular, cuando los ojos del mundo se posaban sobre Neymar se metió en medio un gigante, Carlos Lampe en el arco de Bolivia se hizo imbatible, de lejos, en el mano a mano, de cerca, no hubo forma para que el jugador más caro del mundo anote en el Siles.

¿La razón? Fue una tarde inolvidable de Carlos Lampe, que sigue haciéndose más grande que los 192 centímetros de estatura que tiene, en cada partido se gana más el cariño y el respeto de la gente en Bolivia, y no sólo eso, demuestra a sus 30 años que su presionalismo y paciencia tiene un resultado. El mérito es todo suyo, hace sólo un año y medio debutaba en la Selección y de ahí en más su carrer ha sido ascendente.

Ante Brasil, en la primera que tuvo que intervenir fue abajo a su izquerda, exigido por Neymar desde fuera del área, y ya el público comenzaba a ovacionarlo. Luego vino la explosión, un error en la zaga dejó mano a mano a Lampe con Neymar, y el uno adivinó al diez. Luego otra vez Neymar en el mano a mano, en velocidad quiso dejarlo en el camino, pero su largo cuerpo extendido le rascó la pelota al del PSG y el Siles ya coreaba su nombre a voz en cuello. Al comenza el segundo tiempo otra vez la mano y el palo, abajo, arriba, a media altura, cortando centros, y otra vez ante Neymar -derrotado en lo psicológico- en el pie a mano le ganó la pelota y la moral.

Al terminar el partido, Neymar se acercó a Carlos Lampe, se abrazaron y el diez felicitó al uno, cambiaron la camiseta, y Tite corrió a buscar al arquero boliviano, “parabens”, le dijo, luego lo destacó en la conferencia de prensa, es que el partido de Carlos fue perfecto, inolvidable, el cero a cero tiene su nombre y apellido.

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