El reto de Cristiano en su querida Lisboa

Cristiano Ronaldo vivirá mañana la noche que siempre soñó, una final de la Liga de Campeones ante el Atlético de Madrid que se jugará en su querida Lisboa.

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Cristiano Ronaldo vivirá mañana la noche que siempre soñó, una final de la Liga de Campeones ante el Atlético de Madrid que se jugará en su querida Lisboa y a la que llega con el récord de goles en una edición del torneo y como máxima figura mundial del momento.

El jugador del Real Madrid tendrá todos los focos puestos en él cuando comience el partido. Es “su” final, en la Lisboa que le vio crecer futbolísticamente. Y también es un hombre con una misión: llevar al equipo blanco hacia su primer título continental en 12 años y justificar así la principal razón por la que el club blanco pagó en 2009 94 millones de euros (128 millones de dólares) al Manchester United.

Durante largos años, el portugués escribió todo un manual de frustraciones. No sólo fue incapaz de llevar al Real Madrid hacia una final continental, sino que su figura se vio opacada por el destello de Lionel Messi, ganador de cuatro Balones de Oro consecutivos entre 2009 y 2012.

A todo ello cabe añadir lo que le costó conseguir el aprecio incondicional de su hinchada, que en su primera etapa en el equipo le reprochó con silbidos ciertas actitudes de “vedette” que el portugués mostraba dentro y fuera de campo. Los tiempos cambiaron y Cristiano Ronaldo llega a la final en un momento muy diferente, mucho más maduro y convertido ya en ídolo indiscutible entre sus hinchas. Su imagen mejoró notablemente no sólo entre sus aficionados, sino también entre sus contrarios.

Por ejemplo, hoy el diario barcelonés “Sport” le otorgó el papel de jugador más valioso de la última edición de la Liga española. “Quedar máximo goleador de la Liga (31 tantos) y de la Champions League demuestra el hambre de un jugador que es ambición pura y que en cada encuentro quiere ser el mejor”, opinó. Y añadió: “Será para satisfacer su ego o por la pasión que pone en cada acción, pero cuando CR7 se desata es un futbolista extraordinario”.

A su faceta como líder en el campo agrega otra quizá menos conocida: financia tratamientos médicos a niños y los visita de riguroso incógnito, sin permitir cámaras ni montajes mediáticos. Cristiano Ronaldo llega a la final ante el Atlético en el mejor momento profesional de su carrera. Es el actual Balón de Oro y su dominio en la actual edición de la Liga de Campeones no tiene comparación.

Así, el portugués estableció ya un récord en el torneo al marcar la impresionante cifra de 16 goles durante esta temporada, dos de ellos en el triunfo 4-0 en el campo del Bayern Múnich en las semifinales. Ahora aspira a elevar todavía más esa marca. El portugués tiene la ocasión de inscribir su nombre con letras de oro en la historia de la Liga de Campeones, pero también es cierto que llega a la cita de Lisboa rodeado de suspense.

Primero, por su estado físico. Hace más de un mes que arrastra problemas en el muslo izquierdo y lleva sin jugar un partido completo desde el 4 de mayo. Su lesión, sin ser grave, preocupa a su hinchada, pero él asegura: “Estaré en mi mejor forma física”.

La otra duda tiene que ver con el aspecto psicológico, eso que los psicólogos llaman “el control de la ansiedad”. Además, existen suficientes estudios que avalan la influencia del estrés en los problemas musculares y físicos. A sus 29 años, Cristiano Ronaldo está ante su gran noche, un partido que sin duda marcará el resto de su carrera.

Si conquista la Liga de Campeones en Lisboa, habrá completado su obra maestra. Si no lo hace, su cuadro quedará inconcluso, aunque días después el Mundial de Brasil le ofrecerá revancha.

Fuente: El Gráfico

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