Para la Academia terminó una de las peores campañas de su historia en Copa Libertadores, perdió dos partidos en La Paz, una marca que no será fácil de reponer para el entrenador. No ganó ni un solo partido desde que volvió la actividad post pandemia. Ante Guaraní estuvo cerca de lograr dar vuelta el partido, pero no supo ganar, perdió el juego en dos minutos de descuento para cerrar este triste capítulo.
Jugará Copa Sudamerica, y no es un premio, es un castigo. Tuvo la suerte de coincidir con Tigre, el peor equipo de la fase de grupos de toda la Copa, y por eso a pesar de esta magra campaña, se quedó con el tercer lugar del grupo B que le da la chance a pasar a la segunda Copa en importancia del continente.
Quizás eso, el tener la historia, más o menos definida, le quitó intensidad a Bolívar, que comenzó perdiendo por el gol de Fernando Fernandez, y se quedó con diez por la expulsión de Jairo Quinteros, ahí intentó cambiar la historia, la fórmula más usada en toda la Copa, buecar la cabeza de Riquelme en el área, funcionó, empató el Pelado, y luego Domínguez, casi de casualidad, en el minuto 89 puso el 2-1.
Salvar la Copa, ya no era opción, lavarse la cara tras la goleada en Sao Paulo, era una buena opción, pero no pudo. Nuevamente Guaraní empató, con un remate de Florentín que rozó en Dominguez, y en el minuto 94 Maná sentenció el peor final de Copa que podía tener Bolívar.
