MOSCÚ. Cada que Uruguay participa de un evento como estos, hay una invitación, la conferencia de prensa previa al partido, Oscar Tabárez da cátedras, sin tanto espamento mediático como Bielsa, o sin tanta repercusión como Guardiola, pero al Maestro se lo escucha, se aprende y luego se reflexiona para reutilizar sus conceptos de fútbol en la vida.
Luego de ver el debut de Uruguay en la Copa del Mundo, uno supone que sus charlas técnicas son similares, cátedras de vida y de juego, que para el caso son lo mismo estando en plena Copa del Mundo; Los jugadores Uruguayos, sin importar de que generación son, llegan a la mayor y mantienen una mística que dura lo que dura la dirección técnica de Tabárez, eso se resumen en un verdadero proceso.
Esta selección que debutó y ganó en Rusia tuvo en su once a cuatro debutante: Guillermo Varela, Nahitan Nández, Rodrigo Bentancur, Giorgian de Arrascaeta, todos a gran altura. Y aunque el gol no llegaba, terminó apareciendo y consolidando así un auspicioso debut, de un equipo que tiene al DT de los récords: El Maestro dirige su cuarto Mundial con La Celeste y es el más experimentado de todos los que están en Rusia con sus 71 años, un Maestro en serio.
