BELO HORIZONTE. Brasil logró la ansiada clasificación a la final de la Copa América, lo hizo dejando en el camino a su máximo rival futbolístico, eliminó a la Argentina de Messi, y la gran clave del triunfo estuvo en el mano a mano de la jerarquía individual entre uno y otro.
Por que el partido fue demasiado parejo, es más, Argentina reventó la pelota dos veces en los palos, pero Brasil tuvo a sus hombres claves iluminados, Dani Alves jugó un partido soberbio, a pura jerarquía; Gabriel Jesús anotó su primer gol de Copa, justo para abrir la cuenta en el Mineirao y Firmino volivió a marcar. Además Alisson estuvo imbatible, tapó todo cuanto pudo ante el mejor partido de Messi, pero que no alcanzó ante la suma de individualidades brasileñas.
Tite puede sentirse conforme, como lo están casi todos los brasileños, el partido dejó sensaciones positivas para los locales, pasaron la gran prueba antes de la gran final, y ahora sí, se pusieron el traje de candidatos en serio, el público se reencontró con la Canarinha, volvieron a enamorarse de su selección, el triunfo fue una sinergia individualidades. Ahora esperan por Chile o Perú en el Maracaná.
