La jornada doce dio la bienvenida a un histórico goleador que se estrenó como DT del crédito montereño, llevándose de recuerdo en su debut un dulce empate 2-2 frente a Oriente Petrolero del Tahuichi Aguilera.
El primer tiempo abrió con una jugada en la visita que estuvo a punto de subir al marcador, Jose Alfredo Castillo marró dicha ocasión. Oriente reaccionó pero en una jugada desafortunada, Alcides Peña sufrió una molestia en la pierna entrando Wilder Zabala en su lugar a los 10 minutos. A los 17 minutos, en una incursión albiverde, Miguel Ángel Hoyos agarró un balón que sobraba de una jugada y la pegó con tanta fe y fuerza que en primera instancia tocó en el parante de Alduayen y procedió a entrar unos 30 centímetros para luego salir del arco, algo que los jugadores rojos tardaron en aceptar. Oriente después del gol, bajó los brazos y el partido se diluyó en su monotonía, cosa que Guabirá, aprovechó para llegar al empate a través de los pies de Rodrigo Burgos. El 1-1 no se movió hasta llegar al final de la primera parte.
En el complemento, Oriente comenzó sin ideas aunque sí con una actitud distinta a la que tenia después del gol de la apertura, Elduayen fue uno de los motivos por el cual el albiverde no pudo anotar el gol y, producto de esa sequia, Jose Alfredo Castillo con pierna zurda remató un balón que García le sirvió a “tres dedos” para que el Pícaro ponga el 1-2 en el minuto 71 para Guabirá. La desesperación de Oriente fue traducida en jugadas al vacio buscando al uruguayo Martinez, provocando los nervios de la zaga azucarera, donde Rioja derribo a Mójica en el área para que el árbitro Evert Cuellar cobre el penal en el minuto 77, Gualberto -tras una sucesión de reclamos- finalmente decretó el 2-2 en el minuto 82. Los diez minutos finales se jugaron con más rabia que ganas pero no alcanzó para que el marcador se mueva.
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LAS 3 CLAVES DEL PARTIDO
1. La soltura de Oriente. El local jugó bien solamente cuando la situación fue adversa, sobró de alguna manera a su rival y lo dejó crecer cuando lo tuvo vencido.
2. El resto físico del montereño. Puede atribuirse al cambio de timón en la dirección técnica, pero los diablos rojos fueron casi incansables y no dejaron de insistir en su propósito.
3. El cambio de roles. Marvin Bejarano en Oriente Petrolero tuvo que renunciar a su labor de escape y generación de juego por su lateral pues, Didi Torrico en Guabirá fue una amenaza constante que trasladó el balón por su banda ganándole las espaldas y provocando peligro para el visitante en desmedro de la del local.
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LA FIGURA
Antonio Torrez, el mediocampista azucarero hizo el trabajo sucio de anular a Mójica en gran parte del partido, algo que provocó que el juego orientista se lleve a los laterales donde los visitantes estuvieron más concentrados.
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LA SINTESIS
