Tener o no tener selección, esa es la cosa

Pasada la Copa América Centenario (para nosotros al menos) tal vez la primera pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿QUEREMOS tener una selección nacional de fútbol? La respuesta no es tan obvia como parece. El problema es que si vamos a mantener como prioridad a los clubes y a la Liga, si vamos a “tratar de” hacer un espacio para la selección y la vamos a mandar a la más importante competición de selecciones después del mundial con 6 días de preparación, poniendo una espada de Damocles sobre la cabeza del DT, no parece que le estemos dando mucha importancia, no la que merece.
Foto: Conmebol.com
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Pasada la Copa América Centenario (para nosotros al menos) tal vez la primera pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿QUEREMOS tener una selección nacional de fútbol? La respuesta no es tan obvia como parece. El problema es que si vamos a mantener como prioridad a los clubes y a la Liga, si vamos a “tratar de” hacer un espacio para la selección y la vamos a mandar a la más importante competición de selecciones después del mundial con 6 días de preparación, poniendo una espada de Damocles sobre la cabeza del DT, no parece que le estemos dando mucha importancia, no la que merece.

Hace un año gritábamos “fuera Chávez” porque entendíamos que la corrupción que se había instalado en la cabeza de la FBF era el problema principal. Chávez y Lozada ya están en la cárcel, pero no hay signos de mejoría. Se eligió a Baldivieso y nombres más, nombres menos, los jugadores que él puso a jugar en canchas norteamericanas fueron lo mejor que teníamos: lo que se vio es lo que hay. El gesto de frustración del DT en el segundo tiempo ayer lo decía todo, ¿qué mas se podía hacer, salvo estacionar el bus para evitar una goleada mayor?

Hace rato que tocamos fondo. Ayer el planteamiento de la Verde, por la salida accidentada de Duk, quedó en 5-5-0. Así de sencillo, sin delanteros. Era patético ver a nuestros volantes tirar pelotas hacia ninguna parte. La posesión de la pelota fue de 86% para Argentina y un solo jugador argentino, Kranevitter, completó casi tantos pases (110) como la selección en todo el partido (125). Messi no brilló más en el 2T por la marca de Bejarano, pero eso no le impidió lucirse con humillantes firuletes y el túnel a Lampe. La albiceleste, ahora No. 1 del ranking mundial FIFA, nos ha hecho 17 goles en cuatro partidos (2 amistosos, eliminatorias y Copa Centenario).

En Argentina los niños ruegan a sus padres por una camiseta de Messi, en Colombia todos quieren ser James o Cuadrado. En Bolivia, los chicos están haciendo memes para burlarse de la selección y el hincha de a pie ya elige apoyar a otras selecciones, porque entiende que no vale la pena desgastarse emocionalmente por un equipo que no le va a dar satisfacciones.¿Vale la pena tener una selección nacional de fútbol así? Esto va mas allá de pedir la cabeza del DT o de la dirigencia, el problema es de todas y todos. Ponga el “Hay que…” y complete la frase.

¿Mi sugerencia para comenzar? Primero, eliminar de una buena vez la separación de Liga y Federación, teniendo una competición local que se supedite a los tiempos de fechas FIFA. Es lo que hacen en el resto de América y les va bien (por lo menos a todos, mejor que a nosotros). Luego, debe haber un serio proceso de reflexión para hacer cambios no en una, sino en cada una de las partes del fútbol nacional: dirigencia, cuerpo técnico, jugadores, periodismo, hinchas. Otras ideas: elevar la vara en términos de la exigencia atlética para nuestros jugadores, tomarse en serio la misma competición local. Esto incluye la “seriedad” de clubes que minutos antes de un partido de competición oficial deben comprar camisetas truchas porque no llevaron su camiseta de visitante o deben poner números con marcador.
En realidad es simple: si queremos tener una selección de fútbol, hagámoslo bien o no lo hagamos. Pero evitemos más humillaciones.

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