The Strongest NO es mi equipo favorito

En el ciento siete aniversario del Tigre, Martín Díaz nos regala un texto que expresa la pasión del hincha de uno de los clubes más grandes de Bolivia.
Uno de tantos festejos
Uno de tantos festejos

Cada año, más o menos por enero, tengo la oportunidad de leer una singular encuesta en la que se ocupan de preguntar a la gente cuál es su equipo favorito. Invariablemente, algún amigo rival me llama y se pavonea de la popularidad de su cuadro. Yo solo sonrío: me da risa el planteamiento de tan curiosa pregunta.

Es que The Strongest no es y nunca fue mi equipo “favorito”.

No me malinterpreten. Grito los goles de Escobar y Chumacero como de pequeño grité los de Julián Jiménez, Panichelli y Castillo. Pero se supone que cuando uno tiene un favorito en cualquier categoría, está hablando de elecciones y preferencias. Mi color favorito para vestir es azul, mi bebida favorita es el café. Pero esa no es la palabra que describe mi sentimiento por The Strongest, porque para mí esa no fue una elección.

El Tigre, su marca y nombre familiar, es un conjunto de ideas y sentires que van más allá de la razón. Desde sus colores, es una representación del claroscuro de la vida: el fulgor dorado de la victoria, la oscuridad de la derrota. Son sus colores los del sol cuando corta la noche más oscura, la luz que no se rinde ante la oscuridad, como no se rinde este equipo ante las adversidades que constantemente enfrenta.

El Rafael Mendoza Castellón, la casa del Tigre en Achumani
El Rafael Mendoza Castellón, la casa del Tigre en Achumani

No hay equipo en el país con más mística que el de Achumani, porque su historia es rica en esa representación de la vida misma. Alegrías inenarrables fueron las del primer hexacampeonato de la historia, el primer y único campeonato invicto con arco invicto, ser los primeros campeones tanto del profesionalismo como de la Liga, darle a Bolivia la primera victoria en suelo extranjero en la Copa Libertadores, el Tricampeonato y los ya famosos “4 de 5”. Tristezas profundas las de la pérdida del equipo en Viloco, la trágica partida de varios de nuestros héroes, la frecuente lucha contra la naturaleza en la construcción de Achumani.

Dejarlo todo en la cancha. Dar la vida por lo que uno aspira. El Tigre no es sólo un equipo de fútbol y llamarlo sólo “club” no le hace justicia. The Strongest le prestó su nombre a una resonante batalla con victoria boliviana en el Chaco, así como le dio inspiración al músico Adrián Patiño, combatiente de esas arenas, quien compuso el himno stronguista, pero no quiso que la exclusividad de los colores amarillo y negro le cerrara puertas a esa bella composición, Nevando Está (Kunuskiwa).

Si en el Chaco había conocido la Gloria, insuficiente para una victoria boliviana, en Viloco The Strongest conoció el dolor. 1969 marcará el año que casi ve desaparecer al Decano. Pero una vez más representando las paradojas y claroscuros de la vida, El Tigre conmovió a América y se rehizo de sus cenizas. Ese año nos iba muy mal; algunos dicen que El Derribador prefirió la muerte antes que el descenso a segunda. En 1971, el equipo salió campeón.

Entra el Tigre, explota la curva sur
Entra el Tigre, explota la curva sur

Es un equipo de contrastes, como la ciudad que lo vio nacer. Subidas y bajadas, riqueza y pobreza, poder y miseria. Eso es lo que hace que el lunes después de un clásico victorioso abramos la boca a veces más de lo debido, como tenemos ganas de morder al que nos hable después de un contraste. Hemos tenido señores dirigentes, caballeros de sacarse el sombrero, así como execrables chupasangres, jugadores que se pintaron la camiseta en el pecho y oportunistas que no hubiesen merecido ni la banca. El hincha stronguista no es medias tintas porque nuestros colores no lo son. Por eso hoy, cuando este sentimiento cumple 107 años, lucimos con orgullo esta divisa y lo que representa.

Hay gente tan creyente que afirma que si Dios no existiera se inventaría uno. Con la misma lógica me animo a decir que si el Tigre no existiera, haría falta uno en esta ciudad, en este país, para representar el sentimiento de los que no se rinden, de los que conocen la gloria y la adversidad, de los que saben que las cosas que realmente valen son las que se luchan y no las que caen del cielo, que tan fácil como vienen se van. Si The Strongest no existiera, me encantaría juntarme en una esquina de la Plaza Murillo con un grupo de apasionados y comenzar a escribir esta historia.

Afortunadamente, eso pasó hace ciento siete años y hoy nos toca recordar y honrar a aquellos visionarios fundadores. Gloria eterna al Tigre Centenario. 

Total
0
Shares
Related Posts
Read More

Flores es la única baja que tendrá Bolivia ante Brasil

El jugador de Bolivia debutó y jugó sus dos primeros partidos en esta fecha FIFA con Bolivia en la Clasificatoria a Rusia 2018, y en ambos encuentros ante Perú y Chile vio la tarjeta amarilla, por lo que sera baja para La Verde en la fecha nueve ante Brasil.