Foto: Late!
Es difícil contar el ambiente que se vivió en el Coliseo Evo Morales Ayma de Alto Obrajes el sábado por la noche, porque para hacerlo, es necesario contar las sensaciones de pasar del éxtasis máximo que vivió la gente de Bolmar al sentirse ganador cuando escuchó sonar el fin del partido en un quinto set de desempate en una serie muy luchada, y llegar, a la desazón máxima y la alegría del que era perdedor con el cronómetro en cero, pero que pasó a ser ganador con un triple lanzamiento ya fuera de tiempo, si así de difícil es explicar el 81-82 con el que Vikingos se metió a la final de la Libobasquet, pero vamos a intentarlo.
El partido en los encuentros disputados en La Paz demasiado parejo, luchado, a momentos con excesiva fuerza, sobre todo por parte del equipo tarijeño que cuando se vio en problemas recurrió a la fuerza, incluso generando algunos focos de tensión en el encuentro.
Leonard que fue el más destacado por ser el que más puntos hizo y más efectivo estuvo para Bolmar, era equiparado por el buen andar de Andersson que además le sumaba espectacularidad a sus clavados. Eso si, el 15 de Vikingos no estuvo efectivo en los lanzamientos en los cuatro cuartos iniciales.
Sobre el final del cuarto juego, Bolmar iba abajo por dos, y Vikingos dominaba, pero vino una falta sobre Lewis Leonar, que fue bien aprovechada, igualdad y con tres segundos se juego, la serie igualada tuvo que ir a un tiempo más para buscar un ganador. La tónica fue la misma, pero ahora Bolmar agarró ventaja de dos puntos, vino una falta que el equipo local no supo aprovechar, dejó su ventaja en dos, pero el tiempo ya era nulo. Andersson salió disparado, buscó el aro con el sonar de la campana, Bolmar festejaba su histórico pase a la final, pero Hall -a entender de los jueces- cometió una falta sobre el estadounidense del vigente campeón. Ya el crono estaba en cero, la gente en silencio, los paceños se agarraban la cabeza, se venía el triple lanzamiento. Ideal para un guión de cine.
Mike Anderson que no pasó desapercibido por su gran look, con dos colitas, era foco de la bruma de la hinchada local, incluso de los jugadores rivales, con sus atescedentes de errar casi el 50% de sus primeros lanzamientos en el juego, uno suponía que al menos uno de los tres tiros iba a ir afuera, no pasó, Mike fue 100% efectivo, revirtió la serie, ganó Vikingos y terminó por definir la semifinal, con el corazón en la boca. Giovanni Vargas y su equipo vuelve a defender su título a la final ante San Simón, sencillamente de manera apasionante.
