Hablar de Juan Roman Riquelme es hablar de la esencia del fútbol. Y no es ninguna mentira decir que la pelota va extrañar a Juan Román Riquelme.
El mediocampista argentino vivió sus mejores momentos en el club del que es hincha y es la primera de muchas cosas que lo hacen diferente, Juan Roman vivió y se desvivió por el club de sus amores: Boca Juniors. Y entre sus idas y venidas siempre antepuso el amor por los colores a otras cuestiones personales o económicas.
Riquelme fue capaz de doblegar arqueros, defensas (quien no recuerda el caño a Yepes) presidentes de clubes (lo hizo con Macri y con Angelici) y hasta a compañeros de equipo porque para el las cosas siempre van claras: o estás conmigo o estás contra mi. Y ese fue otro punto que lo marcó sobre los demás: claro y directo al momento de hablar frente a los micrófonos, no necesitaba publicista porque para hablar con el ibas directo o no obtenías nada.
Y los bolivianos también sufrimos/disfrutamos de la magia de Riquelme; el primero fue Blooming en la histórica campaña de Boca Juniors en el año 2000 conquistando la triple corona: torneo local, Copa Libertadores y Copa Intercontinental frente al Real Madrid. Roman no jugó en Santa Cruz en la derrota por un gol, pero si estuvo presente en el 6-1 en la Bombonera, no convirtió pero puso dos asistencias de esas que el hincha de Boca estaba acostumbrado.
Al año siguiente Boca conseguía el bicampeonato en la Libertadores, tal como lo hizo el 77-78, y también paseó su fútbol por Santa Cruz, el rival fue Oriente Petrolero. Riquelme tampoco estuvo en la victoria de visitante, sin embargo puso su sello en la revancha en Buenos Aires anotando el segundo gol.
Pasaron 6 años para que Boca Juniors bajo la conducción de Juan Roman volviera a ser campeón continental y la historia dirá que en esa ocasión también visitaron Bolivia, esta vez fue La Paz y Riquelme tampoco estuvo presente en el Siles. Sin embargo los bolivaristas lo recuerdan por la dolorosa caída en la cancha de Vélez Sarsfield, fueron dos asistencias del 10.
A nivel selecciones Riquelme gritó dos veces frente a nuestra selección y en un mismo partido, el primero una especialidad del “10” tremendo tiro libre que Carlos Arias, ingenuamente, pensó que se iba afuera, el segundo una gran jugada de un jóven Lionel Messi que Román define con elegancia; fue en el Monumental de Nuñez y la Argentina goleaba 3 a 0 a Bolivia, en la revancha la Verde destrozaba a la Argentina de Maradona por 6 a 1 sin Riquelme.
En un fútbol moderno donde vale más el físico y la velocidad de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi; se va el último 10 que la pisaba y la quería, que ordenaba al equipo desde el arquero hasta el delantero, que la protegía como ninguno y la entregaba con magia. Aquel Riquelme maestro de los tiros libres, el Riquelme polémico frente a los micrófonos y en el vestuario. Se despide el Topo Yiyo…
Para cerrar dos perlitas, “Riquelme está feliz” y las mejores jugadas del 10.
