Con toda la presión de haber sido uno de los equipos mejor reforzados, San José sacó adelante un partido dificilísimo en el Hernando Siles y le robó tres puntos a The Strongest.
La suerte estuvo de su lado, es cierto, pero no hay que restarle méritos al trabajo de Julio César Uribe. El peruano hizo los cambios justos en el entretiempo y logró explotar grandes virtudes de sus jugadores con un planteamiento totalmente distinto al que había escogido para afrontar la primera mitad.
El uruguayo Tancredi le cambió la cara al equipo, y a partir del ingreso de Miguel Suárez la defensa atigrada –que sufrió en demasía la ausencia de Diego Bejarano– quedó muy expuesta. Heber Leaños, el jugador más regular del partido, aprovechó los espacios para empatar y, ya contra un rival desesperado, Tancredi completó la remontada.
Punto alto para un equipo Santo que, al menos en el segundo tiempo, mostró gran parte de lo que se le exigía a partir de la inversión que su presidente realizó en el mercado de pases. Es prematuro decir que es uno de los candidatos al título, pero no hay duda de que comenzó el torneo de la mejor manera posible.
