Este domingo, en el 2-0 de Bolívar sobre Petrolero, William Ferreira volvió a ser la vieja Fiera. Fue capitán durante gran parte del partido y, al igual que el pasado fin de semana, marcó un golazo que se ganó el “Ferreeeeira, Ferreeeeira” de las tribunas.
La cinta le llegó casi de casualidad, por la ausencia de Luis Gutiérrez y la lesión de Juan Carlos Arce, pero parecía haberse encontrado con su lugar de siempre al sujetarse de su brazo izquierdo. Y en cuanto llegó el gol –al margen de las facilidades que le otorgaron los defensas rivales– se produjo una sensación similar.
El uruguayo, de a poco, se está reencontrando con su mejor versión. El equipo lo está sintiendo, y le está proveyendo la seguridad que hace tiempo se había escurrido de entre sus dedos: más allá de cómo se esté jugando, un gol del ‘8’ puede caer en cualquier momento.
