Aún con la incertidumbre si deberán o no jugar por el descenso indirecto, el plantel de Destroyers continúa con los entrenamientos a la espera de la decisión que tome la Federación Boliviana de Fútbol y así, estar listos si se confirma el encuentro con Real Santa Cruz.
Sin embargo, la inquietud por dicho partido perjudica en un aspecto importante para el club, la mayoría de los jugadores culminaron su contrato el pasado 31 de diciembre y aún no tienen nada asegurado para renovar estos, a pesar de que continúan con los entrenamientos en su sede. “Aún no sabemos nada, pero nosotros estamos esperando jugar el descenso indirecto, es el resultado de un torneo muy mal manejado que no debió jugarse. Hubieron muchas cosas raras y quedamos mal internacionalmente”, comentó el capitán del equipo, Lorgio Álvarez.
Respecto al momento del club, el portero Elder Araúz también afirmó lo siguiente: “La mayoría sólo debíamos quedarnos hasta el 31 de diciembre, pero seguimos aquí por gratitud al presidente, esperemos que esto se solucione rápido. Fabol es quien debería pronunciarse respecto a este problema, pero se mantuvieron al margen, supuestamente nos defienden pero ahora estamos solos”.
