Bolívar – Baldivieso es la historia de un amor…

Hay una relación de amor en el fútbol boliviano, algo así como una novela en la que los protagonistas buscan estar juntos pero el destino los separa.

baldi 2000

Hay una relación de amor en el fútbol boliviano, algo así como una novela en la que los protagonistas buscan estar juntos pero el destino los separa. El Club Bolívar y Julio César Baldivieso parecen tener un mismo destino, al menos entre los protagonistas la lluvia de flores de ambos bandos hace pensar eso.

Julio llegó a La Paz en 1992 para vestirse de celeste, en ese entonces todavía presidía el Club Don Mario Mercado Vaca Guzmán (+), él trajo al Cochabambino procedente de Wilstermann. En su primera temporada fue campeón nacional y se posicionó como un referente del que equipo campeón. Dejó pasar el título en 1993 y en 1994 recuperó la corona con la academia antes de emigrar al fútbol argentino -allá llegó en su mejor momento futbolístico y hasta el día de hoy es recordado por su pegada y elegancia en su forma de jugar- Volvió a La Paz en 1996 y de nuevo de celeste obtuvo el título en una recordada final ante Oriente Petrolero en Cochabamba, este fue el primer título del Club sin la existencia de Don Mario, el título del Clausura lo ganó Bolívar con gol de Julio ante Real Santa Cruz.

Luego Baldivieso emigró a la Argentina nuevamente (Newell’s) y luego Japón, volvió a Bolivia el 99 pero a Wilstermann y en el 2000 el corazón y la Libertadores lo llamaron a volver a la academia. Ahí se dio el partido que terminó de flechar al 10 y a los amantes de Bolívar. En la Copa Libertadores la academia debía jugar en octavos ante Nacional, en Uruguay cayeron 3-0 y en La Paz había que revertir ese marcador. El “Emperador” se puso el equipo al hombro, esa noche, Bolívar fue la “celeste mecánica” en el primer tiempo, jugaba y acertaba todo tiro al arco, igualó 3-3 la serie y en los penales Baldivieso puso la cereza a la torta y pasaron a los cuartos de final.

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Luego algo se rompió, Julio viajó a Emelec, Arabia Saudita (Al-Nasr), Catar (Al-Wakra), Caracas FC y Deportivo Quevedo, pasó por Aurora en tres ocasiones y sólo de celeste -esta vez con el celeste de cocha- volvió a ser campeón boliviano. En 2006 Julio se la jugó y se vistió de oro y negro. Fue uno de los momentos más difíciles en esta relación. Pero sólo fue un año sin mucha resonancia por su paso atigrado.

Luego Julio se hizo DT y desde ese entonces sueña con ser el entrenador de Bolívar, por su último paso en el Siles, la gente de la academia no lo olvida, fue ovacionado por medio estadio al terminar el juego a pesar de ser el DT del equipo que casi le gana a Bolívar.

“Es una emoción muy grande, tengo un feelling por la gente de Bolívar y no me da vergüenza decirlo, estoy muy agradecido por la gente por esa despedida. Uno de mis objetivos y mis sueños es dirigir al gran Bolívar y a mi país”.

Así se despidió Julio César Baldivieso del Hernando Siles de los medios, pero a pesar que había pasado más de una hora y media después del partido en la puerta había todavía gente que pedía fotos y coreaba por el nombre de Baldivieso.

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Por el otro lado, la dirigencia y los hinchas también se llenan de nostalgias a ver a Julio, Marcelo Claure no ocultó su alegría y fue claro al declarar en su cuenta de twitter que las puertas del equipo están abiertas en un futuro inmediato para los Baldivieso.


 

En fin… esta es la historia de un amor, resta saber y sólo el tiempo dirá cuál será el final de esta historia, como lo dijo el mismo Baldivieso “los sueños a veces se terminan cuando estas despierto”… pero claramente a ambos se les mueve el piso cuando se cruzan por el fútbol…

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