Durante su primer torneo con la camiseta de Bolívar, Mauricio Prieto no había encontrado el arco. En cambio, en este, con corona incluida, anotó cuatro tantos; tres de ellos, con definiciones dignas de un delantero de área.
Después de su primera anotación, contra Blooming en Santa Cruz, mojó contra The Strongest (el mejor de su carrera, según contó), Sport Boys y Universitario, en el día de la consagración celeste.
“Marqué goles muy lindos que van a estar siempre en mis recuerdos, y ojalá que lo siga haciendo, pero lo importante es que conseguimos el título”, dijo el uruguayo tras el pitazo final en la capital.
Y no es para menos: fue el primer título de su carrera; había conseguido dos subcampeonatos chilenos con Santiago Wanderers –su anterior club– y una medalla de bronce en los Juegos Panamericanos del 2011 con su seleccionado.