A veinte años de la hazaña

Sin duda fue el acontecimiento más importante de las recientes décadas. Por eso mismo vive en el recuerdo de los grandes momentos …

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Sin duda fue el acontecimiento más importante de las recientes décadas. Por eso mismo vive en el recuerdo de los grandes momentos que los relatores deportivos tuvimos la oportunidad de difundir.

Un estadio vestido con los colores bolivianos por la presencia de miles de compatriotas, que atraídos por una histórica Selección que había sorprendido a todos en la fase clasificatoria, colmó las instalaciones del Soldier Field de Chicago.

Una página memorable porque ahí, en la inauguración del Mundial USA 94, estaba la Verde más madura que nunca. Dispuesta a demostrar que la clasificación no fue cosa del azar, sino el producto de un trabajo responsable, explotando las virtudes de un grupo que había superado el nivel del fútbol nuestro y alcanzó planos estelares luego de una larga espera.

Al frente nada menos que el campeón del Mundo. Una Alemania llena de pergaminos y grandes valores individuales. Lógicamente era la gran favorita frente a una representación boliviana que había sorprendido las estadísticas y representaba por primera vez, clasificando para la reunión más importante del fútbol superior.

Afortunadamente, preparada como estaba esa Selección para los grandes retos, no desentonó nunca y de no ser por el hándicap numérico, que le dio al equipo teutón un árbitro que también quiso figurar como protagonista, seguramente hubiese tenido un distinto resultado. Los méritos exhibidos en el campo por nuestra Selección fueron suficientes para no ser perdedores y probablemente para algo más. Pero esa es otra historia.

El haber figurado entre los mejores del mundo por mérito propio en aquel ya lejano 1994, es algo que vale la pena relevar, como premio a quienes fueron partícipes de la gran hazaña de clasificar a un mundial. Han pasado 20 años, pero siempre está presente.

Texto publicado también en Página Siete

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