A Wilstermann la falta de concentración le cuesta por segunda vez consecutiva un partido, la fecha pasada había recibido un gol a los dos minutos y de ahí en más tuvo que remar en Cochabamba para empatar el juego.
Ahora en Montero, ganaba y controlaba el juego, pero en el último minuto Guabirá se lo empató y otra vez se quedó sin los tres puntos.
Por segunda vez consecutiva Wilster iguala a uno y suma solo dos puntos de seis posibles, entonces, la conclusión Alfaro debe trabajar para que su equipo inicie y termine el partido con la misma concentración, si lo soluciona debe vender la fórmula porque este es un mal del fútbol boliviano.
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