Late en San Juan. El equipo de Soria comenzó jugando con el 4-2-3-1 que venía planificando Soria, con Escobar mucho más cerca de Martins y dos extremos bien definidos.
Romel Quiñonez fue el arquero durante los 90 minutos, de gran inicio, con mucho trabajo, terminó cediendo luego de la superioridad Argentina, nada que reprocharle en los goles, quizás sí en las salidas con el pie que tuvo poca cobertura.
-ASI COMENZARON EL PARTIDO-
La defensa conformada por Edemir Rodríguez, Ronald Eguino, Edward Zenteno, Leonel Morales, fue fácilmente vulnerada, sobre todo el lateral derecho ante la explosión de Ángel Di Maria se hizo insostenible, tanto Edemir como Morales fueron desbordados con mucha facilidad por los laterales y extremos que subían en sexta, mientras los nuestros ponían primera, así era la diferencia de velocidad. Eguino estuvo inseguro, mal parado y casi siempre lo agarraron a contra pie, Zenteno en cambio fue el más sólido de los de atrás, pero no alcanzó para mucho, porque se terminó contagiando del resto.
La contención de Danny Bejarano y Sebastián Gamarra, terminó siendo débil, los ataques argentinos los descontrolaron, los retrasaron y cedieron el medio campo ante el trio de volantes argentinos -que tuvo capítulo aparte- tuvieron un partido excelente para pesar de los nuestros.
Los extremos bolivianos, Martin Smedberg, Damián Lizio no estuvieron finos, intentaron sí aprovechar alguna que otra salida rápida, sin embargo y sobre todo Lizio, estuvieron empecinados en hacer una de más casi siempre
Marcelo Martins estuvo de nuevo muy solo, se las tuvo que batir con un aguerrido dueto de centrales, Garay y Otamendi se lo terminaron comiendo en las pocas que el boliviano tuvo a su favor.
-ASI COMENZARON EL SEGUNDO TIEMPO-
Tras un muy mal primer tiempo, Soria aprovechó la gran cantidad de cambios, terminó arriesgando a Ronald Raldes –algo que quería evitar- pero ingresó por Eguino. Miguel Hurtado fue el reemplazo de Edemir para intenar darle solución al carril derecho que no tenía frenos para Di Maria y Rojo cada que se proponían.
Walter Veizaga por Gamarra en el medio intentando que haya más contención, más marca para frenar a ese trio que generó fútbol toda la noche.
Ninguno de los cambios funcionó, Veizaga no fue el tapón y equilibrio que quería el DT, Hurtado ayudó a mejorar la marca, pero terminó cediendo el segundo penal para Argentina por una mano en el área y Raldes, el Gran Capitán –que no se calzó el cintillo ni cuando salió Martins- rebotó muy lejos la primera pelota que tuvo antes del cuarto gol argentino, se lo vio falto de fútbol y temeroso en algunas caídas, normal tras superar la grave lesión que tuvo, fue exigido por la circunstancia de un partido que salió de control.
Se lesionó Marcelo Martins, e ingresó Ricardo Pedriel, Soria no quería cambiar mucho el dibujo con la ausencia del que fue capitán en San Juan. El delantero de Turquía tampoco gravitó, no tuvo casi nunca la pelota en sus pies.
Ya con Jhasmani Campos en cancha que había ingresado por Lizio, Soria mandó a Marvin, y cambió todo volvió al tradicional 4-4-1-1 que le conocemos, con Campos de media punta intentando llegar a asociarse con Pedriel, y Marvin bien abierto por izquierda. Ahí con Morales y Marvin juntos, fue el mejor momento para los de esa banda, Leonel, se animó a trepar con más seguridad. Pero ya era tarde la goleada estaba consumada y Bolivia ya estaba entregada a perder el examen previo a la Copa América.
-ASI TERMINAROn EL PARTIDO-
