Foto: La Razón
Esa fue la gran clave del triunfo celeste en el Clásico Paceño 193, sumar trabajo conjunto al poderío de sus individualidades.
Callejón, Arce, Tenorio, hicieron un trio letal, efectivos, rápidos física y mentalmente, superaron a una defensa lenta y con muchos problemas. Y si bien la defensa de Bolívar no esta exenta de esos problemas, tiene la gran figura de Romel Quiñonez que terminó siendo fundamental en el triunfo de Bolívar.
Walter Flores fue otro punto alto, jugó un partido especial se notó en la cancha, el capitán celeste retomó con fuerza la titularidad, le dieron a Bolívar el triunfo.
Los goles de Tenorio en dos ocasiones, Arce y “Pancho” Rodríguez, consumaron la goleada que fue menos holgada por el descuento de Ramallo (que fue empate parcial) y el golazo de Escobar en el minuto 90.
Pero la academia sumó juego de conjunto, fútbol frontal, a su buen manejo de pelota, utilizó bien el contragolpe ante un equipo que se mostró ordenado de mita de cancha para adelante, pero que terminó derrumbándose en el fondo.
En síntesis el Clásico Paceño fue un buen partido, sin un fútbol brillante, pero con una suma de elementos que le dieron seis goles y a Bolívar la punta del torneo.
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