Un partido a puro nervio logró poner a Bolívar en las semifinales de la Copa Libertadores de América y hacer historia luego de muchos fracasos de equipos bolivianos en torneos regionales.
Lanús tenía la obligación de marcar y ganar el partido para poder clasificar y eso se mostró en el campo de juego, el primer tiempo fue bastante disputado y con pocas aproximaciones a los arcos, el visitante intentaba manejar los tiempos para no ahogarse y Bolívar no salía a presionar en campo rival, lo que permitía que el granate crezca.
El segundo tiempo fue un manojo de nervios y de golpe-a-golpe, Bolívar salió a presionar más arriba lo que permitió que el argentino pueda acercarse más al arco de Quiñonez, se hizo friccionado a tal punto que Izquierdoz se fue expulsado por agredir a Sanchez Capdevila. Los últimos minutos fueron de infarto por la presión que ejercía la visita por marcar hasta que llegó una tremenda jugada de Yecerotte que definió impecable sobre Marchesin, la pelota pegó en el palo y apareció el siempre oportuno “Conejo” Arce para hacer historia y poner a Bolívar y a Bolivia en una semifinal de Copa Libertadores luego de 28 años, la primera vez en esta modalidad de cruces directos.
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LAS 3 CLAVES DEL PARTIDO
1. La expulsión de Izquierdoz. La tonta expulsión del defensor argentino, luego de aplicar un puñetazo en el estómago a Sanchez Capdevila, motivó la desesperación rioplatense y Bolívar pudo hacerse más fuerte con la pelota.
2. Marchesin. El arquero argentino conjuró tres jugadas bolivaristas que pudieron adelantar el festejo celestes.
3. La ansiedad. Mientras pasaban los minutos el factor ansiedad se iba apoderando de ambos equipos y el final fue de infarto para ambos lados.
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LA FIGURA
Juan Carlos Arce.- No tuvo la presencia de otros partidos pero su oportunismo le dio la victoria a Bolívar y consiguió la anhelada clasificación.
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