
Por penales y contra Paraguay, como en 2011 y 2015. Así encontró Brasil la fase que se le venía negando desde el 2007, cuando levantó la copa en Venezuela. Fue la revancha del anfitrión en Porto Alegre.
¿El gran héroe? Alisson, el arquero de Liverpool: desvió el primer penal de la serie adivinando la intención de Gustavo Gómez, el capitán paraguayo, y encaminó una tanda muy pesada para el equipo de Tite.
“Paraguay no quiso jugar, apostó solo al contraataque. Pero sabemos que así es Sudamérica, y debemos estar preparados para estos partidos si queremos conseguir nuestro objetivo”, dijo el guardameta tras la victoria.
Ahora hay una chance latente: enfrentar a Argentina en la semifinal del próximo martes en Belo Horizonte. Para ello, la Albiceleste deberá derrotar a Venezuela. El partido soñado, cargado al 50%…