La gente de Blooming respondió a la convocatoria, cerca de 20,000 personas fueron al Tahuichi y muchas de esas personas llegaron con el banderazo programado por el Club.
La fiesta quedó golpeada cuando Raúl Castro encontró esa pelota suelta de Vaca y anotó el primero. Luego vino la expulsión de Barrera, la fiesta seguía en las tribunas pintadas de celestes del Tahuichi. Entró Salinas y ya en el tiempo de descuento anotó el empate con la locura de la hincha y un golazo de media chilena.
Sobre el final el mismo Pablo Salinas, tuvo dos chances, las más claras del partido, que incluso pudo hacer que Blooming se quede con los tres puntos. Pero no se pudo, la fiesta en las tribunas quedó incompleta con el empate y en el Tigre, las caras largas también se hicieron sentir, aunque, el punto no cayó del todo mal en ambos equipos, para los celestes sumar los tres puntos hubiera coronado una tarde/noche espectacular en el día que su hinchada dijo presente.
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