Ciclón: La victoria está en mantenerse.

En los torneos de fútbol profesional de clubes hay dos aspectos que son de los más difíciles, salir campeones y evitar.

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Foto: Diego Nahuel

En los torneos de fútbol profesional de clubes hay dos aspectos que son de los más difíciles, salir campeones y evitar el descenso de categoría. Ganar más que los demás es casi tan complicado como perder menos que los otros, ambos implican un premio, los primeros para convertirse en los mejores y los segundos el galardón a la sobrevivencia para poder volver a intentarlo. Cuando las cosas no marchan bien lo normal es señalar como culpable al técnico, despedirlo y renovar la ilusión con uno nuevo.

Esta semana hemos vimos como tres técnicos se despedían de sus cargos, al final dos se confirmaron y uno revirtió la posición, Real Potosí, San José y Ciclón se habían quedado sin estrategas. Los dos primeros están en una situación desesperada, al fondo de las posiciones y buscando respuestas urgentes e instantáneas. Lo de Ciclón es otra cosa. La campaña de los chapacos es hasta aquí aceptable, están alejados a cinco puntos de la zona de descenso y tan solo a dos de estar en mitad de tabla. Por eso la renuncia de Victo Hugo Andrada debido a las críticas recibidas de parte de dirigentes del club a los problemas del equipo a ganar en condición de local se antojaba muy negativa.

Algo que no terminamos de entender es que el objetivo mayor de un equipo ascendido es y debe ser no volver a perder la categoría, si consigue eso en el primer año luego puede con mayor seguridad aspirar a más de acuerdo a sus posibilidades económica y deportivas. Lo importante aquí es sumar los puntos necesarios para mantenerse en primera, si esto se lo consigue de local o visitante es lo de menos. Esta situación con total claridad lo deberían saber y entender los dirigentes, pero como el futbol es pasión en demasiadas ocasiones no pasa así.

La ciudad de Tarija y el equipo de Ciclón han vuelto a primera división luego de 20 años y hay un componente emocional muy alto en ello más allá del puramente deportivo y que afecta a todos los actores involucrados. Lo normal es que un equipo recién ascendido sea un cuadro en renovación, poco tiempo para acoplarse, mucha presión de la hinchada por resultados, ansiedad de los dirigentes por una campaña exitosa, sin olvidarnos de la prensa que en temas deportivos es incendiaria y no tanto conciliadora.

El mayor pecado de Ciclón son sus resultados como local, una victoria, dos empates y tres derrotas, mientras que de visitante tiene dos victorias, dos empates y tres derrotas. Eso tiene su explicación, ellos de local juegan con la presión y ansiedad de conseguir un buen resultado frente a su gente, eso en un equipo en formación lleva a cometer errores que otros equipos castigan y capitalizan, cuando juegan de visitantes no tienen esa presión y con cabeza más fría resuelven mejor los partidos. Esto que expongo no es una justificación amigable que tenga con Ciclón, es una realidad que se presenta en muchos otros contextos. En Alemania por ejemplo, este año ascendieron a Bundesliga dos equipos nuevos, el Ingolstadt y el Darmstadt, ambos procedentes de ciudades pequeñas y ambos haciendo su debut absoluto en la máxima categoría del fútbol alemán. Luego de nueve jornadas disputadas el Ingolstadt es octavo y el Darmstadt décimo en una liga de 18 equipos. Campañas más que aceptables. Aquí lo interesante, ambos equipos a pesar de sus buenos resultados iniciales solo tienen una victoria como local cada uno. El Darmstadt lo consiguió en la sexta jornada y el Ingolstadt tuvo que esperar hasta la octava, lo mejor de su juego fue fuera de casa. Jugadores y técnicos lo dijeron, jugar en casa todavía es una ansiedad muy grande que a momentos nos descontrola. Por supuesto en este caso los dirigentes lo entienden y en vez de criticar apoyan al equipo.

Pero volvamos a nuestro Ciclón. El cuadro chapaco ha perdido puntos, jugando de local o visitante, ante equipos que pelean la punta; Bolívar, Sport Boys, Wilsterman o Universitario, ha conseguido algunos puntos ante supuestos aspirantes al título como Oriente Petrolero y Blooming, pero aquí lo interesante, no ha perdido ningún partido ante equipos de la parte baja de la tabla. En otras palabras en su liga particular por evitar el descenso ha vencido o limitado al menos a todos sus contrincantes. Ni San José, Real Potosí, Nacional Potosí o Petrolero lo pudieron superar.

Ciclón manteniendo esta línea de rendimiento y resultados podrá terminar el torneo con 24 puntos, más que suficientes para mantener la categoría y afrontar con mayor ambición el próximo torneo. No sé si sin Andrada hubieran mantenido el nivel. La dirigencia al enmarcarse en un proyecto deportivo debe fijarse objetivos importantes a mediano plazo y para ello es importante tener una gran dosis de paciencia. Hay que poder respaldar el proyecto en su conjunto y no solo circunstancias puntuales. Trascender en el fútbol no es fácil y para ganar hay que desarrollar buen estómago para las derrotas. Mantenerse es casi tan importante como ganar. El dirigente tiene que entender que debe ser igual de apasionado como cauteloso y que la rabia se la debe destilar en privado y los elogios en público y ninguno de ellos deben ser desmesurados. Que Andrada se quede no solo debería ser una buena noticia sino también una gran lección.

@Ernesto70Rojas

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