La Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) anunció ayer, en Asunción, la apertura de un expediente disciplinario en contra de ocho miembros del club The Strongest: cuatro jugadores y cuatro integrantes del cuerpo técnico, quienes en principio fueron suspendidos por un partido internacional —de Copa Sudamericana o Libertadores de América—, aunque el castigo podría ser ampliado.
Los futbolistas Daniel Vaca, Abraham Cabrera, Diego Bejarano y Wálter Veizaga fueron expulsados por el árbitro uruguayo Fernando Falce al concluir el partido disputado la semana pasada en el estadio Hernando Siles contra el paraguayo Nacional (1-1), por la Sudamericana; lo mismo que el preparador físico Jaime Jiménez, el preparador de arqueros Roberto Ariñez, el médico Guillermo Aranda y el fisioterapeuta Jorge Imaña, todos acusados por haber agredido de palabra al referí.
En ese encuentro, el Tigre quedó eliminado de la Copa y tanto Falce como sus asistentes, sus compatriotas Mauricio Espinosa y Marcelo Costa, tuvieron que ser resguardados por efectivos policiales ante los airados reclamos de los atigrados, que entendieron que el arbitraje les perjudicó por invalidar dos goles y no cobrar un penal.
El Comité Disciplinario de la Conmebol abrió el proceso disciplinario en contra de los ocho gualdinegros y les dio plazo hasta este viernes para que presenten sus alegatos. Según el informe ampliatorio que presentó el árbitro, la terna fue objeto de agresiones verbales por parte de algunos integrantes de The Strongest. En el documento detalla todos los insultos recibidos, lo menos que le dijeron fue “uruguayo ladrón”.
En el documento que ayer fue enviado al club The Strongest, vía correo electrónico, también se confirma la amonestación con tarjeta amarilla de los jugadores Pablo Escobar y Alejandro da Silva, y una multa por cada uno de 200 dólares.
La Conmebol todavía no emitió los castigos deportivos finales contra los ocho implicados, lo hará una vez que concluya el expediente disciplinario; mientras tanto, también analiza la aplicación de una multa al club por todo lo ocurrido.
Antes de que se conociera la comunicación liguera, el capitán atigrado Pablo Escobar dijo ayer por la mañana que el que debería ser castigado es el árbitro uruguayo, “por una pésima actuación” que perjudicó —en su opinión— al conjunto nacional. “El árbitro permitió que los rivales perdieran el tiempo y ensuciaran el partido. Él estaba más cansado en La Paz que los mismos jugadores paraguayos. Faltó que se cayera.
Nos perjudicó con muchas decisiones y a quien deberían sancionar es a él”, enfatizó el mediocampista. El futbolista dijo que lo ocurrido al final de ese partido fue por culpa de la actuación del árbitro, que provocó diversas reacciones. “Ojalá que se analice la producción que él tuvo y las consecuencias que los clubes y los jugadores pagamos”.
Fuente: La Razón
