Típicamente la Copa América se había convertido en el lado B de los torneos de fútbol de selecciones del mundo. Es cierto que el torneo más antiguo del mundo dejó en determinados años momentos memorables, pero no es menos cierto que ha vivido a la sombra de la Copa del Mundo y de la Eurocopa (que es el mundial sin Brasil y Argentina). Más cierto es el hecho que las dos grandes potencias sudamericanas han menospreciado muchas veces el torneo del que deberían ser abanderados. En más de una ocasión argentinos y brasileros utilizaron la Copa América como un mero entrenamiento y en otras no asistir o enviar equipos alternativos fue le muestra de lo que el torneo importaba o no importaba para ellos.
Argentina abandonó el torneo en 2001 aduciendo problemas de inseguridad en Colombia, esa época el equipo dirigido por Bielsa era una diva del fútbol mundial, un año más tarde se estrellarían en primera fase del mundial de Corea/Japón. Tres años más tarde en Perú, Brasil decidió dar descanso a figuras como Ronaldo, Kaká, Cafú, Roberto Carlos o Ronaldinho. A pesar de ello la “verdeamarelha” llegó a la final y contra pronóstico venció a la Argentina aun dirigida por Bielsa y con Tevez y Mascherano de referentes.
En 2007 y en Venezuela, Brasil decidió nuevamente de vacaciones a sus figuras principales, pero nuevamente se bastó para llegar a la final y enfrentarse a quien si no que a la Argentina de Basile y un joven Messi. Otra vez sorpresa y otra victoria Brasilera.
El 2011 una Argentina necesitada de títulos y con Messi queriendo demostrar que podía brillar igual de albiceleste que de azulgrana, reciben el torneo en casa. Esta vez la sensación es diferente entre los participantes ya no hay espíritu de comparsa sino de protagonismo. Por su lado Brasil llegaba con la idea de probar a un equipo en renovación, fuera Kaká y Ronaldinho, adentro Neymar, Pato y Ganso.
Las sensaciones son peores para los grandes. Argentina y Brasil son eliminados por Uruguay y Paraguay respectivamente en cuartos y en la misma instancia la Venezuela de César Farías elimina a la Chile de Alexis y Vidal. Al final Uruguay gritaría campeón, pero sería tan solo la segunda vez en 10 años que ni Brasil o Argentina estaban representados en una final de Copa América. Podría ser un cambio de era en Sudamérica. Chile nos dirá si la Copa América ha dejado de ser el patio de prácticas de los grandes.
Por lo pronto a Chile llegan los colosos con necesidades. Por un lado Argentina sigue siendo un conjunto al que le sobra calidad, pero le faltan títulos. Messi que claramente vuelve a reinar en el plano individual solo tiene con la albiceleste un título mundial en categoría sub 20 y una medalla de oro olímpica, con la mayor nada de nada. Pero la deuda no es solo de “la pulga”, Higuaín y Agüero tampoco dieron la talla para los subcampeones mundiales de Brasil. Títulos es lo que ellos quieren y eso se notó en el hambre que tuvieron en el amistoso ante Bolivia del pasado sábado.
El morbo estará con Brasil a la que por estos días no le sobran jugadores como para darse el lujo de enviar un equipo alterno. Dunga tiene la obligación de volver a hacer de “el scratch” un equipo temible, condición que perdió tras la goleada ante Alemania el año pasado. Además que claramente tiene interrogantes en determinados puestos que espera despejar en la Copa América, la ausencia por largo tiempo del golera Diego Alves es la primera y la segunda es encontrar un centro delantero de garantías que acompañe a Neymar en la ofensiva. Está Diego Tardelli, pero no es Romario, Bebeto, Ronaldo o el mejor Adriano. Brasil tiene mucho que demostrar en el escenario de Chile 2015.
Pero por otro lado hay protagonistas que llegan a Chile con la suficiente capacidad como para hacer sombra a los de siempre. Colombia ha crecido muchísimo, tiene calidad probada en todas las líneas, pero donde destacan es en ofensiva con James y Bacca, que vienen con un rendimiento altísimo. Se espera mucho de Falcao, pero con los demás alcanza. Chile tiene un equipo con calidad, experiencia y con el plus de ser locales, la oportunidad perfecta para que Alexis, Vidal y compañía demuestren porque son la mejor “roja” de la historia.
Por debajo de estos cuatro hay varios que esperan dar la talla, Ecuador a confirmar con Quinteros al mando, Venezuela a demostrar que no se han estancado, Paraguay está en proceso de recambio, hay que ver si Perú deja de ser tan volátil. Bolivia tendrá su análisis particular, aunque crecer para ser competitivos sería un buen objetivo.
Los invitados no generan tanta expectativa, México una vez más con equipo alterno es una incógnita sobre todo para los mismos mexicanos y Jamaica está porque no había nadie más.
Con todo y por las circunstancias puede ser esta la Copa América más disputada de lo que va de siglo, aunque parezca exagerado así puede ser. Por las necesidades de los grandes y por las aspiraciones con posibilidades de los otros. Por la presencia de individualidades, no falta casi nadie, salvo el ecuatoriano Antonio Valencia por lesión y el uruguayo Luis Suarez por suspensión todas las selecciones traen a sus mejores exponentes.
No por nada en Europa este año el torneo ha causado mayor expectativa que en otras ocasiones.
Las sensaciones son buenas y creo que no saldremos defraudados de lo que ocurra a partir del 11 de junio en Chile. Veremos más de lo que esperamos ver.
@Ernesto70Rojas
