La exigencia del Dakar dejó fuera de competencia a casi la mitad de los pilotos que tomaron la salida el 4 de enero en Buenos Aires.
De los 406 vehículos que partieron desde Buenos Aires para realizar un enorme bucle de unos 9000 kilómetros por Argentina, Chile y Bolivia, sólo 216 llegaron hoy a la meta de la décimo tercera y última etapa, que unió la ciudad de Rosario con la capital argentina. Un terreno difícil y cambios climáticos complicaron la competencia, que además se corrió a máxima velocidad, lo que puso a prueba a máquinas y pilotos.
La categoría autos largó con 137 competidores y culminó con 68 y la victoria del qatarí Nasser Al Attiyah (Mini). En el camino quedaron desde el defensor del título, el español Nani Roma (Mini), hasta referentes históricos como el español Carlos Sainz, quien integró el nuevo equipo de Peugeot.
La marca francesa regresó al Dakar 25 años después con un equipo de estrellas con Sainz, el legendario ganador del Dakar francés Stéphane Peterhansel y su compatriota Cyril Després, quien tras ganar cinco veces el mítico rally en motos decidió debutar en autos.
Con apenas cinco meses de prueba del nuevo Peugeot 2008 DKR, el balance no fue tan malo. “Cumplimos el primer objetivo de Peugeot, que era terminar la carrera. Llegamos dos de los tres autos y el que abandonó no fue por el auto sino por un accidente”, resumió Peterhansel tras cruzar la línea de llegada de la última especial en la localidad bonaerense de Baradero.
De las 161 motos que largaron hace dos semanas, arribaron 79 tras múltiples abandonos y la muerte del polaco Michal Hernik en la tercera etapa por deshidratación.
La categoría más afectada por los abandonos fue la de cuatriciclos, con sólo 18 competidores en la última etapa después de que 45 tomaran la salida desde Buenos Aires, mientras que en la de camiones sólo dejaron doce de los 63 que se lanzaron a la carrera.
Fuente DyN
