Fue el segundo partido que le pasa algo similar a Bolívar, tras un primer tiempo, con el control de la pelota, sin brillar, pero con mucho dominio y con un gol de ventaja, cedió nuevamente el campo al rival y dejó que sea Romel Quiñonez y su defensa el que busque el arco contrario, hasta que llegó el empate.
La Academia jugó mejor que la U en la primera parte, sin demasiada frontalidad, se veía un equipo paciente, que sabía que iba a encontrar el desequilibrio en la habilidad de sus jugadores, fue una pelota parada para que con la cabeza, Facundo Cardozo anote su primer gol con la camiseta de Bolívar, el problema estuvo luego, en el complemento Victor Hugo Melgar y Alejandro Bejarano le quitaron la pelota a la Academia y no encontró soluciones.
Una línea de cuatro con Valverde y Edemir, para intentar frenar a los constantes avances de Flores y Ribera, Bolívar comenzó a sufrir el partido, Borghello y Arce aparecían poco, Palavicini y Carboni eran los dos delanteros más mencionados en el juego. A pesar de una tonta expulsión por dar e intentar dar una patada a Borghello, Alejandro Bejarano dejó con diez a su equipo, pero aún así Bolívar no pudo ampliar la diferencia, sólo una chance clara que Robledo le negó a Callejón en los segundos cuarenta y cinco, el resto fue todo Quiñonez. Hasta que Federico Silvestre logró quebrar el arco Celeste, llegó el empate, y la sensaciones que dejó el partido fueron muy similares a las de la semana de Copa; Bolívar pudo ganar pero se dejó estar, y terminó pagando de nuevo con dos puntos que se le escaparon en Sucre.
