Día 21: Sólo el fútbol es capaz de esto

Lo importante que es para ellos seguir con vida en la Copa del Mundo.
Foto: @btoae / Late!
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NIZHNY NOVGOROD. Estábamos en la previa del Croacia – Dinamarca, viendo el partido España – Rusia en una sala de prensa europea, sólo dos medios latinos además de nosotros, la Red O Globo y su equipo, y un colega de Guatemala que hizo base en esa ciudad, el resto prensa europea, croatas, daneses, ingleses, y gente poco expresiva. Algún ruso se animó a gritar el gol de Dzyuba, pero nada más.

Ahí tomamos la decisión de ver que pasaba en la tribuna de prensa, cuando llegamos estaba todo vacía, y comenzamos a indagar dónde estaba la gente. El Fan Zone del estadio instaló dos pantallas gigantes, en realidad dos sponsors usaron sus pantallas de promoción como televisores gigantes para ver a Rusia. Daneses, Croatas -pocos- Argentinos, peruanos, y claro, Rusos, miraban el juego en los alrededores del estadio.

Uno de los hinchas se acercó al animador y le pidió que apague la música electrónica para escuchar el audio original, fue una gran movida, los patrocinadores entendieron y lo hicieron, entonces se triplicó la cantidad de gente, y el partido ingresaba en la tanda de penales.

Hasta ese momento el clima era frío, no sólo por la nubes, sino por la poca expresividad que se da en algunos en esta pare del mundo. Todos con banderas, caras pintadas, pero en silencio. Hasta que Ígor Akinféev tapó el primer penal, ahí cambió todo, en lugar de estar en Niznhy parecíamos en Luzhniki, la gente se soltó, comenzó a corear su nombre, a celebrar sus goles, y a medida que avanzaba la tanda sabíamos que estaba por pasar lo que pasó. Aspas no pudo con el héroe Ruso, y se desató una locura -pasajera y breve- pero locura que sólo el fútbol puede generar.

Hombres y mujeres de todas las edades, una señora llorando sin poder contener el llanto, niños abrazando a sus papas, cerveza cayendo a la cabeza de todos, los croatas y daneses se sumaron a la fiesta, los argentinos y peruanos también, el grito de “Rossiya, Rossiya, Rossiya, Rossiya” con un fervor que no la habíamos visto hasta ahora, se apoderó de todos, el festejo quizá duró sólo cinco minutos, pero estamos en Rusia, seguramente ese festejo hubiera sido el mismo en Latinoamerica, con una duración 100 veces más larga, sí, pero estamos en Rusia, y estamos en su Mundial, y ellos siguen en carrera y nos transmitieron, aunque sea por un corto tiempo, lo importante que es para ell@s seguir con vida en la Copa del Mundo.

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