Día 22: Muy distinto a como nos imaginamos

Mientras más días pasan en Rusia, más conocemos el tipo de sociedad que vive en este país, muy lejos de lo que nos habíamos imaginado.
Foto: @btoae / Late!
Foto: @btoae / Late!

MOSCÚ. Mientras más días pasan en Rusia, más conocemos el tipo de sociedad que vive en este país, muy lejos de lo que nos habíamos imaginado por lo que nos contaban algunos medios en la previa; Es que a veces los medios, los gobernantes, las noticias que nos llegan al otro lado del mundo, ayudan a construir un colectivo imaginario muy distinto a la realidad.

Es cierto que en Rusia hace algunos años era un delito ser homosexual o mejor dicho, era delito promover la homosexualidad, y aunque aún quedan algunos tabús por las mentes de quienes gobiernan, parecen ser más un tema en las pocas cabezas y en oficinas de estado que en lo cotidiano -uso este ejemplo para mostrar lo inesperadamente abierta que es la sociedad- porque de repente cuando leíamos que por algunas políticas de estado, Rusia era un país hostil hacia la comunidad LGBT, nos encontramos en realidad con un día a día relajado, donde las parejas y personas tiene una libertad de expresión y acción -muy habitual en ciudades grandes- sin mayores inconvenientes, o sin vivir perseguidos, como publicaron algunos artículos sobre el tema.

Para citar otro ejemplo, hace poco una colega y amiga desde Bolivia (querida Betty), me consultaba sobre el trato recibido por parte de la gente de Rusia, suponiendo según la tendenciosa corriente, de que el Ruso es una persona cerrada a otras culturas y más aún con los latinos; Mi respuesta fue tajante, “eso no nos pasó”, en ningún momento nos sentimos discriminados en Rusia, es más, la gente está tan abierta a conocer sobre nuestro país, nuestras costumbres, que cuando uno está sentado en una plaza, se acercan personas locales, con mucho esfuerzo y respeto, se hacen entender y te invitan un café, una cerveza, te ofrecen un cigarro, te piden una foto, todo con el ánimo de entablar una conversación, y así comenzar un intercambio cultural de algunos minutos. Es impresionante lo interesados que están a nuevas culturas y formas, al ver tantas banderas y colores, y ser una sociedad tan culta, se muestran deseosos de conocer más al mundo a través nuestro, nunca vi algo similar.

Haciendo una especie de sondeo entre personas que vinieron al Mundial de distintas partes del mundo -sobre todo de Latinoamérica- tienen el mismo concepto “no nos esperábamos esto, son personas muy amables, abiertas y cordiales”, más allá de la barrera del idioma, ese fue un denominador común para todos los que respondieron, a lo que agregaron algo que es muy cierto: “muy distinto a lo que nos imaginamos”.

Total
0
Shares
Related Posts