No solo porque su selección cayó con una goleada estrepitosa, su juego luego de los primeros 30 minutos desapareció.
Diego Costa, el jugador de moda en el último tiempo llegó al Mundial tras su intento de ser campeón en Champios y someterse a tratamientos de placenta de caballo para curarse de una lesión en la rodilla.
La primera pelota que tocó recibió falta de Vlaar, su fuerza a la hora de encarar siempre fue el único plan ofensivo de Del Bosque, así llegó el penal a favor del campeón defensor.
Luego el juego del delantero brasileño que juega por España quedó anulado, no existió más, y Costa, con más peleas que ocasiones, comenzó su duelo con la tribuna brasileña que le decía de todo, comenzó los forcejeos innecesarios con los zagueros, hasta que se fue del campo, el Niño Torres lo reemplazó, todo un síntoma en esta España “moreteada” de tantos goles.
