La Selección de Brasil dio una gran muestra de fútbol al golear por 5 a 0 a Sudáfrica, pero el episodio que se desencadenó después recorre todo el mundo. Un niño, al observar a sus ídolos tan de cerca, decidió invadir el campo de juego del Soccer City para poder sacarse una foto.
Cuando estaba cerca de lograrlo, la policía lo acorraló y atrapó. Al notar lo que estaba sucediendo, Neymar no se pudo contener, se arrimó al niño, se lo llevó y se lo presentó a todo el equipo.
“No hay nada más lindo que poder sacarle una sonrisa a un niño”, sostuvo el delantero del Barcelona sobre lo acontecido. Obviamente, él y el plantel se ganaron la ovación de los presentes.
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Fuente: Infobae
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