Llegó el día, Bolivia jugaba el partido más importante del campeonato, fue un domingo como este 31 de marzo de 2013, claro fue como este sólo en coincidencia de día y fecha, porque fue único para nuestro país aquel domingo de 1963.
Bolivia demostraba en el viejo Felix Capriles su mejor expresión futbolística ante el Scratch brasilero. Bolivia que llenaba de dudas en aquel debut ante Ecuador, ahora solo generaba ilusiones. Danilo Alvim el DT brasilero que era un boliviano más dijo “Muchachos, no me interesa si Argentina gana o no a Paraguay. Nosotros tenemos que ganarle a Brasil para ser campeones. Cualquier otra cosa no debe importarnos para nada”. Escuetas pero frases reales, que lograron impulsar a los once que saltaron a la cancha: López; Cainzo, Espinoza, Ramírez, Vargas; Camacho, Alcócer, Ugarte, Castillo, Blacut; García. Era la formación titular del partido cúspide del Sudamericano.
La clase con la que selección jugó esa tarde, fue digna de una cátedra. Bolivia pudo ampliar más la diferencia del 5-2 con el que ya se vitoreaba campeón. Enojó a los brasileros y ellos como son brasileros, arremetieron se pusieron 5-4. Pero el partido nunca dejó de estar controlado por Bolivia.
Los goles de Ugarte x 2, García, Camacho y Alcócer ya eran un mito en ese mismo momento. El país explotaba en una alegría inconmensurable y única para nuestro pueblo. Luego de veinte ediciones, conocía por fin la Copa América el placer de ser acariciada por manos verdes.
¡Bolivia era por primera y única vez CAMPEÓN DE AMÉRICA! … ¡Ah! si, fuimos campeones invictos…. ¡Viva Bolivia!
