El rey africano también abdica

Irán y Nigeria nos brindaron un encuentro para el bostezo. Sin embargo, es importante recalcar el buen partido defensivo de los persas…

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Foto: fifa.com

Curitiba fue testigo del peor partido de lo que va de mundial. El primer empate sin goles en el torneo nos lo presentó el partido que se perfilaba como el más flojo de la primera jornada de la fase de grupos: Irán vs Nigeria.

El plantel nigeriano de la águilas verdes arrancaron el partido muy fuertes, con un juego muy veloz, vertical e imponiendo el potencial físico. Superaron durante los quince primeros minutos ampliamente a su rival sin llegar a concretarlo en gol. Irán no le encontraba la vuelta al encuentro y Nigeria llegaba con facilidad por bandas. No llegó el gol y fue creciendo poco a poco Irán defensivamente. Como lo anunciamos en la previa, el conjunto asiático jugó replegado atrás y cuando había posibilidad intentar salir a la contra. Irán terminó muy entero la primera mitad, sólido atrás.

La segunda mitad más de lo mismo. Prosiguió la tendencia creciente el plantel iraní, muy asentado en su campo, con las líneas muy juntas, cediendo las bandas pero con un bloque muy bien parado por el centro. Nigeria no encontraba la manera de entrar. Le faltó creatividad en el medio donde Obi Mikel no se sacó nada especial para marcar diferencias. La salida de Moses al 52’ le quitó toda sorpresa al encuentro que mostró una Nigeria con balón y sin ideas y un Irán muy cómodo en su rol. El conjunto iraní tuvo el sello reconocible de Carlos Queiroz.

A pesar de haber vivido un partido bastante discreto, es Irán el que se va con buenas sensaciones. El partido lo plantearon así y les salió de diez. Les faltó simplemente un poco más de lucidez en las pocas ocasiones que tuvieron. Por su parte Nigeria mostró todas sus vergüenzas. Se vio que cuando tiene que tomar la iniciativa le faltan las ideas. Es un equipo sin creatividad y que no sabe atacar a partir del balón. Excelente planteamiento del seleccionador portugués de Irán que sale reforzado.

-LAS CLAVES DEL JUEGO-

Las bandas de Nigeria. El plantel africano no supo aprovechar el único espacio que su rival le concedía para poder progresar. Su trabajo en bandas fue muy pobre. No hubo desequilibrio individual de los extremos y los laterales pocas veces se sumaron al ataque.

El doble pivote iraní. Ese mediocentro compuesto por el experimentado Nekounam y por Teymourian estuvo muy sólido y frenó todos los intentos de ataque nigerianos por el centro. No dejaron filtrar pases. Estuvieron enormes en la contención y no dejaron subir el ritmo del partido al mediocampo nigeriano.

Carlos Queiroz. El planteamiento del portugués estuvo muy acertado y sus futbolistas lo interpretaron de manera excepcional. Dos líneas de cuatro bien juntas esperando al rival en ¾ del campo propio permitieron crear muy poco peligro a Nigeria, sobre todo en la segunda mitad.

-LA FIGURA-

Javad Nekounam: El mediocentro estuvo excelso en su rol. En una posición más retrasada a la que se le conocía en Osasuna, lideró al equipo, interceptó balones filtrados y fue el que más balones jugados sacó. Importantísimo en el planteamiento de su seleccionador.

-LO BUENO-

La imagen que nos deja Irán. El platel asiático vino con el objetivo de competir y con la etiqueta de ser el conjunto más débil entre los 32 clasificados. Y compitieron, mostraron que pueden ejercer con oficio las labores defensivas, cumplir a rajatabla la idea de juego de su seleccionador y que venderán cara la derrota.

-LO MALO-

El espectáculo. A pesar de que tácticamente el partido de Irán fue bueno, el encuentro para el espectador fue poco entretenido. Al encontrarse Nigeria sin ideas y sin soluciones ante la propuesta rival, el espectáculo se vio penalizado. Por momentos y al finalizar el encuentro se escucharon sonoras pitadas en el estadio.

-LOS GOLES-

Sin goles.

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