Este miércoles por la mañana, una inesperada bomba estalló en Cochabamba. Por falta de pago (se habla de una deuda de tres meses), los jugadores de Wilstermann entraron en paro.
Todo comenzó cuando los futbolistas del primer plantel se presentaron en el complejo del club, pero decidieron no entrenar. Y posteriormente, tras un diálogo con los capitanes, se retiraron de las instalaciones.
Según el presidente de la institución, Grover Vargas, la medida no se justifica. “No pudimos pagar porque nos falló uno de nuestros auspiciadores, pero los cheques ya estaban listos. (…) Les cancelaremos una parte hasta el viernes y lo demás después del partido con Peñarol”, anunció. ¿Los convencerá?
