Algo se rompió en el vestuario atigrado, Eduardo Villegas y Walter Veizaga intentaron minimizar al máximo lo que pasó en Sucre, pero la realidad es que eso fue consecuencia de otros asuntos en la interna de un grupo que tiene rajaduras.
Sucede que hace un tiempo -por alguna razón aún desconocida- el cuerpo técnico del Tigre anunció a los medios que Gabriel Ríos sufrió un tema personal, dijeron que había fallecido su hermano (pidiendo además cautela a los medios por lo delicado del tema, algo que ya generaba dudas), la realidad es que por ese suceso -que está lejos de la realidad, ningún hermano o familiar de Ríos falleció – Gabriel no viajó a Potosí cuando pintaba para ser titular.
El tema no quedó ahí. En una conferencia de prensa Villegas afirmó que Ríos no estaba bien animicamente y por eso no lo tomaba en cuenta, el mismo jugador en conferencia de prensa dijo que sólo fue un susto con un familiar y nada más -entonces, generan más dudas, cuál fue el problema anímico de Ríos?- El plantel, por lo que pudimos indagar, tenía el mismo informe del cuerpo técnico, que falleció un familiar cercano, algo que al no ser verdad generó mal estar en varios.
La reaparición de Ríos se dio precisamente en Sucre, cuando Veizaga sale entra Gabriel, y se produce lo que vimos en la TV a nivel nacional.
Aunque el DT y el volante de The Strongest bajaron la guardia en el tema, es evidente que algo se rompió en el Tigre. Veizaga no esta en el nivel que llegó, ya no es aquel hombre inamovible de medio campo, eso es cierto, y eso le da la mano derecha a Villegas con la decisión de dejarlo en el banco en el partido más importante del certamen…
Pero más allá del perfil bajo que le quisieron dar a ambos al temas, son una señal que los “trapitos sucios” se lavan en la casa pero cuando salen a secarse al sol pueden ser vistos por los demás, aunque intenten taparlos con algunas sombras, alguien manejó algo mal en este caso y el grupo ahora debe demostrar cuan maduro está ante su examen más difícil.
