Bolivia tenía todo para ganar de manera cómoda, pero se terminó complicando el partido y tuvo que esperar a los últimos minutos para dar el batacazo.
Un penal de Moises Villarroel en el primer tiempo y un cabezazo de Victor Abrego, le daban un cómodo 2-0 parcial a Bolivia ante un desesperado equipo uruguayo. Al que le cambió la suerte luego de un error en salida de Cordano, Uruguay empató el partido en tres minutos con goles de José Luis Rodríguez y Federico Viñas.
Ahí cambió todo, la tranquilidad Verde era desesperación, la desesperación Celeste era confianza y el partido era noche para Bolivia. Pero algo pasó sobre los últimos cinco minutos, físicamente y mentalmente se repuso la sub 23 de Farías, encontró otro aire, comenzó a buscar el partido, expuesto en defensa y confiando de nuevo en Cordano, que salvó un mano a mano clave, y que le dio la oportunidad de buscar el gol a los nuestros.
Eso estuvo cerca de pasar antes de los 90, Bolivia comenzó a pelotear el arco de De Arrubarrena, se salvó Ururguay en la línea y de contra se salvó Bolivia, así fue el trámite de los minutos finales. Ya en la adición una de esas idas y vueltas le volvió a quedar a Bolivia, fue Saldías, que había saltado del banco al campo para eso, y anotó, reventó el argo Celeste y las gargantas bolivianas. Bolivia se animó y un día ganó en el epílogo del partido.
