Fue la Copa Libertadores de las sorpresas. La Copa en la que los grandes favoritos fueron cayendo en las primeras rondas, en la que ningún brasileño pasó de los cuartos de final tras cuatro años ganándola, en la que alcanzaron las semifinales cuatro equipos que nunca habían sido campeones y en la que San Lorenzo puso fin a su sequía. Seguramente por ello, porque no fueron las mejores plantillas las que llegaron a las instancias decisivas, algunos de los jugadores que más destacaron eran desconocidos para el gran público antes de que diera comienzo la competición:
Ignacio Don. Nacional de Asunción. Argentino. Portero. 32 años.
Ya pasada la treintena y después de desempeñar casi toda su carrera en su actual club, Nacional, este argentino de tan solo 181 cm sorprendió muy gratamente a lo largo de todo el torneo, con buenos reflejos y a la vez una alta técnica y mostrando algo que no se ve demasiado en Europa: blocar casi siempre. Sus momentos más destacados, el penalti atajado a Ronaldinho en Belo Horizonte o la grandísima actuación en Liniers que dejó fuera a Vélez Sarsfield y convenció a su equipo de que no eran inferiores a nadie.
Julio Buffarini. San Lorenzo. Argentino. Lateral derecho. 25 años.
Apodado el “Beckham de Boedo”, desde el lateral diestro es uno de los principales generadores del fútbol del campeón, agitando la banda con sus conducciones, llegando una y otra vez, combinando con los de arriba y poniendo centros que siempre llevan peligro. Por edad y nivel individual debería estar llamado a dar el salto a una liga europea importante en un futuro cercano. Su gol en la ida de semifinales fue uno de los mejores de la Copa.
Stefan Medina. Atlético Nacional. Colombiano. Central. 22 años.
Solo participó en la fase de grupos, en la que lo jugó todo, pero fue suficiente para que firmara el nivel más alto de un defensor durante toda la competición. Entra en el once como central, pero también formó como lateral derecho o incluso en el centro del campo. De grandes condiciones físicas y muy buena salida de balón, una lesión le impidió acudir al pasado Mundial de Brasil. Ha sido traspasado a Monterrey pero en México ya se habla de un intenso seguimiento por parte de clubes importante de Europa.
Santiago Gentiletti. San Lorenzo. Argentino. Central. 29 años.
Tras una trayectoria no demasiado destacada, incluyendo un breve paso por el fútbol francés -20 partidos en el Brest en la 11/12-, ha alcanzado su madurez a los 29 años y se ha convertido en uno de los mejores centrales de Sudamérica. Es poderoso en el juego aéreo y posee un buen desplazamiento en largo con su pierna zurda. En la final evitó un gol que habría llevado el partido a la prórroga y en cuartos anotó un tanto muy importante ante Cruzeiro.
Emanuel Más. San Lorenzo. Argentino. Lateral izquierdo. 25 años.
Formado en San Martín de San Juan, donde jugó hasta hace justo un año, en esta Libertadores confirmó todo lo bueno que ya había mostrado con el club verdinegro. Al igual que Buffarini, su papel ofensivo es muy importante en el equipo, ofreciendo siempre una salida por fuera e incorporándose al ataque una y otra vez. El merecido premio a su gran torneo llegó en la goleada ante Bolívar, en la que anotó un doblete.
Juan Ignacio Mercier. San Lorenzo. Argentino. Mediocentro. 34 años.
Junto a Gentiletti, Más y el arquero Torrico, disputó absolutamente todos los minutos de la competición. Y no solo eso, sino que fue el mejor sobre el campo en gran parte de ellos. Mediocentro de muchísimo talento defensivo, no se cansa de anticipar y robar solo por buen posicionamiento. Además, distribuye bien y a alta velocidad y a sus 34 años consigue marcar por completo el ritmo del partido. Firmó un golazo en semifinales.
Silvio Torales. Nacional de Asunción. Paraguayo. Mediocentro. 22 años.
El mejor jugador del subcampeón. Centrocampista de ida y vuelta, también lo jugó absolutamente todo y fue clave, junto a su habitual pareja Riveros, para que su equipo lograra llevar el peso del encuentro como local y fuera compacto y buen contragolpeador como visitante. Gracias a su gran golpeo, anotó tres goles y finalizó como el máximo goleador de Nacional junto a Derlis Orué.
Sherman Cárdenas. Atlético Nacional. Colombiano. Mediapunta. 25 años.
El principal responsable de que Atlético Nacional fuera, hasta que cayó eliminado en cuartos, el equipo que mejor juego había desplegado. Normalmente como enganche y algunas veces acostado sobre la banda derecha, baja a recibir continuamente y con su zurda participa tanto en la generación desde la base como en la finalización cerca del área. Dio dos asistencias y anotó dos goles, uno de ellos para eliminar a Atlético Mineiro, que era el vigente campeón.
Nicolás Olivera. Defensor Sporting. Uruguayo. Mediapunta. 36 años.
Seguramente el atacante que más diferencias marcó y lo hizo con 36 años y saliendo desde el banquillo. Con su tranquilidad, dominio de ambas piernas y visión de juego, protagonizó tres semanas de ensueño entre mediados de abril y mediados del mes de mayo. Remontó un 2-0 en octavos con un gol, una asistencia y anotando el penalti decisivo; revolucionó el encuentro en Medellín generando un tanto y firmando el otro, y en la vuelta ajustició a Atlético Nacional, que se había convertido en el gran favorito, con el 1-0 definitivo. En total, 5 goles -empatando con Julio Dos Santos como máximo anotador del torneo- y tres asistencias.
Ignacio Piatti. San Lorenzo. Argentino. Mediapunta. 29 años.
Con su velocidad y finísima conducción partiendo desde la izquierda, fue el mejor en los tres cuartos de San Lorenzo a lo largo de todo el torneo. Hizo tres goles y todos ellos fueron absolutamente decisivos para el devenir del Cuervo en la competición. En la última jornada de la fase de grupos, necesitaban vencer por tres goles a Botafogo y él hizo un doblete, el segundo cuando ya se rozaba el 90 y empezaban a verse eliminados. El otro, en cuartos de final ante Cruzeiro para evitar la prórroga en Belo Horizonte. No pudo jugar la vuelta de la final al haber firmado ya un contrato con Montreal Impact, de la MLS.
William Ferreira. Bolívar. Uruguayo. Delantero centro. 31 años.
En una Copa sin grades actuaciones de su delanteros, el capitán y goleador histórico de Bolívar fue un eslabón clave para la hazaña del conjunto de Xabier Azkargorta. Y lo fue más por su aportación a nivel de juego que a nivel de faceta realizadora. De hecho, asistió en cuatro ocasiones y goleó en tres. Receptor de todo el juego en largo de su equipo, se cansó de bajar pelotas de espaldas y habilitar a los dos buenos enganches que tenía por detrás: Juanmi Callejón y Juan Carlos Arce. No jugó las semifinales al fichar por los Leones Negros de México y los bolivianos lo notaron demasiado.
Marcador Internacional (que se emite los sábados en Radio Marca a partir de las 13:00 de la tarde y que está en antena desde septiembre de 2007). Sin embargo, ha acabado siendo algo más amplio, más conceptual, que tiene sentido en sí mismo.
Fuente: Marcador Internacional