Pocas veces se ve un partido con tanto dominio de un equipo y que el resultado sea tan justo, al Tigre le costó abrir el arco de Iván Brun -que fue la gran figura del partido- pero los números fríos, son abismales entre uno y otro, 15 remates al arco contra uno de la visita, por ejemplo.
Sin embargo, el dato que más llamó la atención fue el de los tiros de esquina, 26 a 0, una diferencia que refleja el plano inclinado que fue el juego, aunque el marcador quedó sólo con un 1 a 0, el dominio del Tigre se hizo incisivo pero inefectivo, la paciencia fue su clave, y el salvador ingresó desde el banco cuando César Farías optó por cambiar el libreto de ideas.
Así vio el DT el triunfo importante y el dominio de su equipo en el Siles: “El rival tuvo un orden interesante, luchó y se defendió patas arriba, pero si vemos los números hubo una superioridad interesante, tenemos 26 tiros de esquina a favor y ninguno en contra. Los partidos no se ganan el primer minuto y tuvimos paciencia hasta el final”.