El partido entre Francia y Alemania, no fue el mejor juego de Brasil 2014, eso es sin duda así, pero hay cosas que no saltan a la vista, la disciplina táctica del equipo de Joachim Low.
Alemania es el equipo más compacto (corto) del Mundial, disfruta mucho jugar con una distancia de 10 metros entre el último hombre y el primer delantero. Ya sea en ataque o en defensa, el bloque germano se mueve de esa manera en los 90 minutos.
Cuando Alemania ataca tiene a Hummels y Boateng, parados en centro de campo del cuadrante rival, obligando a Neuer a salir afuera de su área grande, atento a las rápidas contras que se puedan generar cuando su defensa -el sector con más problemas de Alemania- falla, él está atento a salir con mucha velocidad, como sucedió varias veces ante Argelia.
Cuando el equipo defiende, Klose, Shurrer o el delantero que quede de punta se convierte en el primer bastión de un bloque defensivo que ocupa el largo del área grande, 16 metros, como mucho es lo que separa a Neuer del hombre más de punta que está obligado a bajar y buscar esas pelotas de peligro.
Cuando Alemania recupera la pelota, su salida es rápida buscando el desprendimiento de los extremos, pero ninguno sale disparado corriendo por su cuenta, siempre salen en el mismo bloque que bajó a defender, y si lo que se quiere es sorprender al rival adelanta unos metros los tres hombres -que pueden llegar a ser cuatro- de la ofensiva, por eso siempre tienen al menos, dos opciones para cuando llegan al área rival.
Un interesante orden táctico que Low aplicó a su equipo y que estos respetándolo a raja tabla se metieron a semifinales.
