Es difícil hablar de normalidad cuando el presidente de la Federación no podrá asistir por su condición de detención domiciliaria. Pero la Federación Boliviana de Fútbol ha convocado a todos sus miembros, y se han acreditado los doce clubes y las nueve asociaciones para instaurar el Congreso Extraordinario de la FBF.
Los dos puntos a tratar son: La renuncia de Rolando López a su cargo y el aprobar los nuevos estatutos de la Federación, nada más y nada menos. El segundo punto es vital de cara a la vida de nuestro fútbol, y el Congreso enrarecido por la guerra de intereses de dos bandos claros, estará en la mira de Conmebol.
La Confederación realizó una sugerencia, que el Congreso mantenga al pie de la letra todas las normas, porque también puso una advertencia, no reconocerá ninguna decisión si no lo hacen y los miembros del Congreso pueden ser sometidos a sanciones.
En ese marco, la dirigencia llega a Cochabamba para instalar el cónclave del fútbol boliviano, ¿habrá humo blanco?, o peor aún, ¿habrá un Congreso normal y reconocido?, de momento, lo primero a saber, es si ¿habrá quorum?. Clíver Rocha, tesorero de la FBF, ha sido desafectado mediante una carta del presidente López, así estamos.
