La guerra fría sigue a pesar de la grave herida al fútbol

El fútbol boliviano está herido, suele estar golepeado siempre por la forma en que se administran los torneosy los recursos. El caso de Nelson Cabrera y la sanción de la FIFA ha destapado más a los frentes que tiene nuestro fútbol. ¿Seguimos teniendo tres cabezas?.

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El fútbol boliviano está herido, suele estar golepeado siempre por la forma en que se administran los torneos y los recursos. El caso de Nelson Cabrera y la sanción de la FIFA ha destapado más a los frentes que tiene nuestro fútbol. ¿Seguimos teniendo tres cabezas?.

La pregunta aunque parece sencilla de responder por la presencia de la Liga, la ANF y la Federación, no es tan clara, durante el mandato de Carlos Chávez, prácticamente se habían unido las tres cabezas en un frente común, autoritario, exclusivo, pero un sólo frente y con el mando de poder en las manos, eran los amigos de Chávez y el resto. Desde que ese cargo quedó bacante la guerra ha sido hasta mediática, hoy hay dos frentes claros, la ANF, con casi todas las asociaciones departamentales, que logró posesionar a Rolando López como presidente de la Federación y la Liga partida en dos -con un bloque de clubes, no todos- que ha logrado controlar el fútbol profesional.

Los escuchamos a diario, Marco Peredo y Clíver Rocha son las caras visibles de un bloque, Rolando López es la cara visible del otro, pero los grupos de poder están por debajo de esos nombres. No es casual que el Club Bolívar y el Club The Strongest estén en distintos bandos, tampoco es casual que la Asociación Cruceña de Fútbol no se ponga en fila al bloque de la ANF que comandaba Walter Torrico.

En tiempos de guerra todo sirve para lastimar al enemigo, desde el caso FIFA Gate, que en Bolivia aún no hay una sentencia con los principales implicados, pero que fueron alejados de sus cargos por estar detenidos en distintas cárceles de sus ciudades, también sirven los temas personales o profesionales, todo suma para ganar terreno. Incluso comenzar a herir al fútbol.

La elección del entrenador en Bolivia fue la batalla que terminó por inclinar la balanza, la Liga impuso sus criterios y eligió al argentino Ángel Guillermo Hoyos, la ANF, en desacuerdo quiere y exige hacerse cargo de las divisiones menores, hoy no es posible, Hoyos asumió como el coordinador general de las menores y su proyecto se viene ejecutando, se impuso también el torneo de Reservas que siempre fue negado por ellos. Es que la Liga ha ganado tiempo y terreno con la ausencia de Jorge Justiniano y ahora de Walter Torrico. La ANF viene desmoronándose, pero no pueden ceder. Por eso no se pueden reunir los del Comité Ejecutivo a tratar temas tan importantes como la constitución de un nuevo Tribunal Superior de Disputa Deportiva.

La renuncia mediática de Marco Peredo y Cliver Rocha, debe aún consolidarse en algo real, para creer que ese discurso es honesto, no vaya a ser que no haya renuncias, porque la guerra sigue, la ANF ya dio su posición, ellos no ven motivo para renunciar, es más, están aprovechando este tiempo para rearmarse y llegar con fuerza al Comité Ejecutivo de la Federación -tampoco es casual la “salomónica” inclusión de Always, Aurora, y Ciclón- el fin es tener fuerza y poder hablar de “igual a igual” a los ligueros.

En el mientras tanto vivimos en el limbo, pasan cosas como la de Nelson Cabrera, porque en lugar de tener una Federación, una Liga y una Asociación de Fútbol Nacional, fuertes, buscando generar recursos para invertir y mejorar, buscando profesionales en cada una de las áreas, legales, económicas y deportivas, por ejemplo, para que no nos pasen estas cosas, tienen trabajando a gente operativa peleando por sus bandos. Viendo desangrar a nuestro fútbol.

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