La presión alta y la constante lucha de la pelota

El duelo entre Oriente y Bolívar ha sido por lejos uno de los mejores partidos del torneo, por lo emotivo, por la disciplina táctica de los equipos y por las decisiones que tomaron los entrenadores, hicieron que el juego sea de alto vuelo.
Foto: Marka Registrada
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Foto: El Dia / Marka Registrada

El duelo entre Oriente y Bolívar ha sido por lejos uno de los mejores partidos del torneo, por lo emotivo, por la disciplina táctica de los equipos y por las decisiones que tomaron los entrenadores, hicieron que el juego sea de alto vuelo.

La pelea por la pelota en el medio campo, la presión alta dispuesta por ambos, quizás mejor ejecutada por Bolívar en el primer tiempo y en el complemento por Oriente. Ver a volantes como Leonel Justiniano, y Marcel Román apretando a los centrales del otro equipo cerca de sus áreas, ha sido un mérito de los entrenadores.

Además, Beñat y Guitiérrez, entraron en un juego de ajedrez en ese medio campo. Primero con Prieto jugando de volante de marca, luego la inclusión de Mojica y Bejarano para patear la mesa en Oriente, y finalmente el ingreso, de Walter Flores, decantaron en un juego táctico que tuvo fútbol, dinamismo, fuerza, y mucha intensidad. Tanta, que en la cúspide de la emotividad del juego chocaron Roman y Flores, dos gladiadores del medio campo, sacaron chispas, pero como en todo el partido, en ningun caso hubo mala intención, sólo una batalla feroz por los puntos, merecido el 1 a 1 por la disposición de los equipos y los entrenadores en Santa Cruz.

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