Bolívar vive un momento especial, no solo en lo deportivo, sino también en lo institucional. La clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores fue producto del desarrollo de su plan centenario. La construcción de su Centro de Alto Rendimiento, el inicio de obras para su nuevo estadio y las Academias en Santa Cruz, son parte de la fortaleza de su modelo. Los jugadores están motivados buscando todas las coronas posibles en la temporada y su tranquilidad personal permite que la concentración profesional se ubique en la redonda.
“Los ojos del país están en Bolívar, conseguimos algo muy importante no solo para el club, sino también para Bolivia”, comentó Patricio Rodríguez a TyC Sports. El argentino participa de su cuarta Copa Libertadores y disfruta de su mejor presentación en conjunto. Anteriormente con Independiente de Argentina no pasó de la fase de grupos el 2011, con Wilstermann alcanzó octavos de final el 2020 y con la Academia se encuentra en cuartos este 2023. “Es una competencia muy pareja, nuestro entrenador confía en nosotros para optar por un juego distinto a lo acostumbrado”, sostuvo.
Bolívar ganó sus 4 partidos como local en esta Copa Libertadores ante Palmeiras, Barcelona, Cerro Porteño y Athletico Paranaense, algo que no pasaba desde el 2000 sobre Bella Vista, Atlético Mineiro, Cobreloa y Nacional, temporada en la que también alcanzó cuartos de final. “En el Siles aprovechamos la altura con intensidad y agresividad, mientras que de visitantes buscamos jugar de igual a igual, características que nos dan un toque respetable”, añadió.
El Pato llegó al país el 2020 para jugar en Wilstermann. En Bolívar está desde el 2022, se consagró campeón y ahora busca la Gloria Eterna. “Bolivia me aceptó de buena manera junto con mi familia. Estoy a gusto en un club modelo que desde las ideas de su presidente, intenta hacer las cosas diferentes”, consideró. También analizó las particularidades del fútbol nacional : “Veo que todo es precario. El estado de los campos, el nivel del arbitraje y las divisiones inferiores no es el adecuado”.
Su serenidad en Bolivia no solo es profesional, sino personal, incluso desarrollando otras actividades económicas. “No solo juego fútbol, también manejo una empresa importadora con Damián Lizio. Me siento seguro, cosa que no sucede en Argentina, esa libertad de poder vivir tranquilo”, remarcó.