El duelo de entrenadores lo ganó César Farías, el tercer clásico que los ha enfrentado, ha dejado un saldo de paridad entre Beñat y el venezolado, pero con un aditamento, el clásico que ganó el Tigre, fue el más importante del año.
En números, quedaron igualados, un clásico para cada uno y un empate, pero el Clásico Paceño 203, tenía en juego, nada más y nada menos que el título, y por eso el duelo de estrategas, que tuvo a un Tigre completo con todas y sus mejores fichas y un Bolívar golpeado sin seis de sus titulares -a los que fue perdiendo en el transcurso del torneo por lesiones y sanciones- dejó sonrisas en el venezolano y bronca en el vasco.
“En el momento que vi cómo iba a salir el rival, a defender más que atacar, y cuando veíamos que pegaban más que jugar, supimos que debíamos ganarlo cuando pasen los nervios del fragor de la lucha, y es que el fútbol es un juego de ajedrez, es más pensamiento que emociones”, dijo el DT ganador tras el partido.
