Pep Guardiola es un entrenador que vive la profesión plenamente, lo ves en sus gestos y en cada unos de sus movimientos. Te explica el fútbol muy claro y sostiene su idea de una forma irrenunciable. Lidera grupos como casi nadie. Pocas veces he visto un manejo de grupo como el que él ha llevado adelante en el plantel de Barcelona que me toco disfrutar como futbolista. Es un entrenador de fútbol, pero es un líder con el que podés hablar de cualquier cosa. Como futbolista, primero me brindó la posibilidad de integrar un equipo como Barcelona y eso es impagable: alcancé la cumbre de mi carrera. Después fue él quien me reinventó, me descubrió en un puesto que jamás imaginé que podía jugar. El me dio esa confianza y lo disfruto. Me dio herramientas como para que yo pueda seguir creciendo en ese lugar. Es un entrenador más que especial, es distinto e inolvidable. Soy consciente de que si no hubiese sido por Guardiola, no hubiera logrado jugar en Barcelona como volante central, y mucho menos como defensor central.
De hecho, la primera vez lo hizo sin haberlo practicado ni me dijo nada, pero me puso de central titular y al final de la charla me dijo algo que no olvidaré nunca: “Cuando seas entrenador, vas a querer poner a todos los centrocampistas; es la mejor manera de que el equipo juegue bien”. Me llenó de conceptos cada día. Tuve la suerte de tener grandes técnicos y muy prestigiosos. Como Marcelo Bielsa, Rafa Benítez, Gerardo Martino, José Pekerman, todos diferentes. Cada uno, con sus matices y con sus diferencias, me hizo crecer como jugador. Pero Pep es otra cosa, te contagia la manera de vivir el fútbol. Hace que te levantes cada día y sientas que lo que hacés es digno, que entrenar es lo primordial y normal en esto, es lo que corresponde para tu realización profesional y humana. Nosotros muchas veces tenemos fastidios con el ambiente que nos rodea, el entorno cansa, cuando no jugás quizá te quejes y uno siempre ve o se queda con las cosas negativas cuando eso te pasa.
Sin embargo, él te decía que todo hay que ganárselo con esfuerzo y talento.En el mapa del fútbol mundial, sin dudas, es un referente, porque ha llevado una idea futbolística como la de Barcelona, que tiene muchos años de maduración y consolidación, al límite más extremo de la perfección. Su búsqueda en el juego y su mensaje como entrenador, ha conseguido la unanimidad del mundo del fútbol, algo que es prácticamente imposible para el resto. Y lo más importante es que no lo consiguió por los campeonatos que obtuvo, sino por las formas empleadas. Cuando decidió ponerle punto final a su trayectoria en Barcelona, naturalmente que nadie estaba preparado para perder a un entrenador de semejante magnitud. Pero desde el primer momento entendimos lo que él nos había inculcado tantas veces: lo esencial siempre es respetar la decisión del ser humano.
Escrito por Javier Mascherano para el diario La Nación de Argentina, escrito en diciembre de 2013.
