Proclives como somos los bolivianos a olvidar las experiencias vividas, vale la pena recordar la forma como se inició el torneo profesional que actualmente se cumple. No está demás refrescar la memoria de los dirigentes de nuestro fútbol para que vayan estudiando las soluciones al problema que se avecina con el cierre del estadio Hernando Siles el próximo año.
Serán por lo menos tres meses, sino mas, en los que la ciudad de La Paz no contará con el escenario miraflorino, que es el más importante de nuestros campos deportivos.
El Servicio Departamental de Deportes ha hecho conocer con un año de anticipación la medida a adoptar, esperando que los dos grandes del fútbol paceño que serán los directamente afectados, traten de encontrar alternativas para no verse en problemas mayores a los que vivieron en los primeros meses de este año.
Olvidar el tema sería actuar irresponsablemente. Dejar la solución para cuando el problema esté en puertas aún más criticable, incluso por el lógico problema de programaciones que afectará también a los demás clubes, sin descartar las pérdidas económicas que conlleva jugar sólo de visitantes o hacerlo en escenarios que no estén preparados para encuentros profesionales de importancia.
Para The Strongest la alternativa puede ser jugar en Achumani, si es que con anticipación de realizan los trabajos que ese campo de juego precisa con urgencia. El caso de Bolivar parce ser más complicado por el casi abandono en que se encuentra su escenario en Tembladerani, donde ni por emergencia extrema podrá jugar a corto plazo.
Por todo lo mencionado creemos que ya es hora de que los dirigentes atigrados y académicos pongan manos en obra y busquen incluso apoyo gubernamental, con la aconsejable anticipación que el caso requiere.
