¿Qué podemos esperar de Bolivia?

Bolivia debuta ante México hoy en Viña del Mar. Explicamos cuáles son sus opciones.

CA1

Foto: @CA2015

Esta noche en el estadio Sausalito de Viña del Mar, debuta la Selección Boliviana de Fútbol en la que será su vigésimo-sexta participación en el torneo continental. La Verde llega plagada de dudas, con un plantel renovado, más no excesivamente joven.

Lejos de lo que fue a lo largo de su historia (una selección modesta pero competitiva) y de lo que llegó a ser durante los años 1990 (una selección muy temida de local, con una clasificación al mundial y un segundo lugar en Copa América), podemos afirmar sin temor a equivocarnos que Bolivia se ha convertido en el combinado más débil dentro de su confederación. Desde que ingresamos en este nuevo siglo, Bolivia no ha hecho más que ir perdiendo su nivel competitivo futbolístico al pasar el tiempo. La Verde se encuentra en puestos muy alejados de las otras selecciones sudamericanas en el ranking FIFA, no se ha clasificado a una segunda fase de Copa América desde el segundo puesto logrado en 1997 como locales y la federación no le ha podido encontrar la vuelta a la nueva modalidad de Eliminatorias (todos contra todos a lo largo de dos años).

El fútbol se ha globalizado y son numerosos los jugadores legionarios en cada selección, sin embargo en Bolivia nos encontramos con sólo cinco futbolistas actuando en el extranjero, uno de ellos aún en un equipo reserva (Sebastián Gamarra, AC Milan “Primavera”) de un gran campeonato europeo y ninguno de ellos en ligas de renombre. Podemos apreciar que hasta la selección de Jamaica tiene varios futbolistas actuando en la Premier League, lo que pone a Bolivia inevitablemente como el país más retrasado de la competición, si nos focalizamos en el nivel de competición cotidiana de sus futbolistas.

 

Sin embargo, cabe recalcar que en el fútbol nada está escrito. Podemos analizar los partidos, los planteles, las posibles alineaciones, tácticas, el estilo de juego del entrenador… Pero la única verdad en el fútbol, es la que se escribe en el campo de juego durante un poco más de noventa minutos. La ilusión que crea la Selección Boliviana en su gente es igual a la que se crea en cualquier otro país participando en esta competición. Esta ilusión no es menor por tener un plantel más limitado y en peores condiciones y es a partir de este empujón que la Verde puede ir para adelante en el torneo.

A su favor, Bolivia tiene unos cuantos factores, además de ese envión anímico que puede significar el apoyo de la gente, que seguro se hará sentir al haber tantos bolivianos residentes en el país vecino. El primer rival, México, llega con un plantel alterno a la competición ya que está conservando a sus mejores elementos para la Copa Oro. Este equipo sigue siendo superior a Bolivia sobre el papel, para la falta de partidos en conjunto, la corta preparación y el no sentir una responsabilidad por ganar, pueden jugarle en contra al Tri en su debut. Por otro lado, por lo general en Sudamérica la mayoría de los países ha adquirido un complejo de superioridad cuando les toca enfrentar a Bolivia. Ya le pasó factura a Chile en un reciente amistoso en el que Bolivia empató 2-2 como visitante. Finalmente, Bolivia es uno de los países que más tiempo de preparación tuvo para esta edición de la Copa América. Si tratamos de ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío, al tener tan pocos legionarios, el plantel se pudo concentrar pronto para poder encarar su preparación y así fortalecer el colectivo.

 

En conclusión, lo expuesto en este artículo nos invita (al menos por mi parte), a ser poco optimistas con la actuación de la Selección Boliviana en este certamen. No es pesimismo, es más bien realismo al abrir los ojos, dar una pequeña vuelta por el mundo del fútbol y observar lo que andan realizando los otros países participantes a lo largo de estos años. Bolivia ciertamente tiene alguna posibilidad de realizar una actuación correcta, pero las probabilidades son bajas. Es como cuando no nos preparamos para un examen, alguna vez podemos tener ese golpe de suerte y aprobar, pero por lo general reprobaremos.

Pero como ya lo dijimos, la ilusión no se la puede quitar nadie a la gente. Esa emoción de ver jugar a su selección es algo que va más allá de lo racional y las razones expuestas más arriba. Cuando el boliviano encienda su monitor esta noche para ver a su equipo, pensará ciertamente en los factores positivos expuestos a favor de una buena actuación de la Verde y tendrá la ilusión intacta, como en cada ocasión. Soria y sus muchachos tienen el apoyo incondicional de todos.

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