Resultado vs. Rendimiento

El resultado es importante, vital en el fútbol, de eso no hay duda, pero la intención, el cómo conseguirlo, el rendimiento en sí, es aún mayor.
Foto: Agencia Marka Registrada
Foto: Marka Registrada

Grandes relatos y resúmenes en blanco y negro nos hacen conocer equipos emblemáticos del fútbol mundial, jugadores que con el paso del tiempo se convirtieron en leyendas. Selecciones que pese a no haber ganado un título mundial son recordadas, incluso con nostalgia de por medio. Eso nos trae el fútbol de décadas pasadas.

Sin embargo la esencia del fútbol actual prioriza el buen resultado, primero se debe ganar y luego ver el cómo hacerlo. Esto se convirtió en una ley obstinada, entrenadores van y vienen porque los resultados no los acompañan, jugadores son descartados rápidamente por no convertir la cantidad de goles que se requería. La coyuntura actual nos bota a estar sobre revolucionados en todo momento y transmitir aquello. Y el fútbol boliviano no es la excepción, donde el perder tres partidos seguidos es letal, se llega a hablar de crisis futbolística y de inmediato se quiere voltear el timón, prescindiendo de entrenadores y futbolistas que no tuvieron una segunda oportunidad. Es así como, en menos de dos meses de torneo, un porcentaje considerable de equipos cambiaron de DT, parece que no se cumplen los objetivos planteados por las dirigencias.

Mientras esto ocurre, nuestros representantes a nivel internacional, empiezan a recibir palabras de elogio y respeto por rendimientos demostrados tanto en Copa Libertadores y Sudamericana, y esto se da sin importar el resultado que se haya obtenido. ¿Será que estamos confundiendo el camino? ¿En vez de buscar resultados inmediatos, no deberíamos buscar llegar a un rendimiento parejo? ¿Los objetivos que trazamos como hinchas o sociedad futbolera no son muy altos para el nivel de nuestro fútbol?

Foto: Los Tiempos/Marka Registrada

Si ponemos como objetivo algo más real, quizá consigamos progresar de a poco, quizá es mejor destacar el rendimiento del equipo, sin importar el score. Perder por la mínima diferencia con un gol polémico y sobre la hora, claro que da bronca, pero se debe ver los 90 minutos, no solo ese segundo que marcó diferencia. Perder por jugadas de tiro libre, crea impotencia y angustia, pero haber generado situaciones claras y tener mayor posesión de pelota siendo visitante, da la chance de mejorar aspecto puntuales, pero con optimismo por él rendimiento.

Claro ejemplo es lo qué pasó con Wilstermann y The Strongest, tuvieron partidos aceptables y con rendimientos por encima de lo habitual en nuestro medio y en Brasil, pero no pudieron conseguir un buen resultado, perfecto eso es lo negativo, lo positivo es que se pararon de igual a igual frente a potencias sudamericanas, las cuales tuvieron que hacer realmente méritos para conservar las tres unidades. De seguir con un rendimiento constante, y priorizándolo sobre el resultado, eventualmente se conseguirán cosas más importantes. Otro ejemplo ocurre con Bolívar por Copa Sudamericana, que jugó un primer tiempo excepcional, dominó en Ibagüe al local y lo tuvo contra las cuerdas. Pero la falta de efectividad y desconcentraciones en la última línea, hicieron que el conjunto celeste no consiga un buen resultado en Colombia. Pese a ello causó preocupación en el rival, dio que hablar para la prensa cafetalera, la cual señaló que Deportes Tolima ganó con actitud, más no fue superior a Bolívar y que el cuadro paceño es el favorito para pasar la llave.

Foto: Nelson Almeida

Nos sentenciamos con la frase “jugamos como nunca y perdimos como siempre”, la cual merma el rendimiento que tenga un plantel y solo interesa si se ganó, incluso se llega a confundir el mismo concepto de “jugar bien”. Un equipo gana 3-0 y se cree que por el resultado se jugó excelente, cuando en realidad los goles y el abultado score no reflejan lo ocurrido en cancha, pero la lectura está definida por los simpatizantes: “hemos jugado bien porque metimos tres”.

Esta es una breve reflexión sobre a donde se pretende llegar, potencias mundiales priorizaron el rendimiento antes del resultado y consiguieron grandes cosas. Alemania formó una idea de fútbol desde 2004, con la intención de ser ofensivos pero con tenencia de balón, ese año se quedan fuera de la Eurocopa en fase de grupos, sin embargo insistieron en priorizar el rendimiento, el cual mejoraba con los años, pelearon dos mundiales y al tercero fueron campeones. El resultado es importante, vital en el fútbol, de eso no hay duda, pero la intención, el cómo conseguirlo, el rendimiento en sí, es aún mayor.

Total
0
Shares
Related Posts