Los clásicos son partidos únicos y diferentes, en Santa Cruz estos partidos son esperados cada semestre por los hinchas, se los vive una semana antes con apuestas de amigos de por medio hasta una semana después.
Los jugadores también sienten ese condimento especial que es enfrentar al clásico rival, se brindan al cien por ciento y los juegan a muerte, pocas veces estos partidos en el Tahuichi han terminado con el marcador en blanco.
El clásico 177 se lo vivió así, fue victoria para Blooming por 3 goles a 2, pero este triunfo tuvo detalles importantes que hacen que se lo festeje mucho más.
Blooming abrió el marcador con gol de Pereyra, pero Oriente pudo dar la vuelta parcialmente el marcador con goles de Alí Meza y Azogue, Pereyra empató el marcador 2 a 2 y el partido se jugó a muerte los últimos minutos.
Fue entonces cuando apareció el héroe de la noche, Roly Sejas, con un tremendo remate aprovechó un balón fuera del área y en el minuto 90 puso el gol de la victoria.
La hinchada celeste enloqueció, el técnico Ricardo Lunari se unió al festejo de su equipo y de la barra en la curva, se desató la alegría y el árbitro Vargas pitó el final del partido.
